Elías Suvalsky, doctor: "Las personas que tienen el cuádriceps pequeño tienen una mayor resistencia a la insulina"
Mantener una buena masa muscular en las extremidades inferiores puede marcar la diferencia en la regulación del azúcar en sangre
El especialista en diabetes Elías Suvalsky ha llamado la atención con una afirmación que conecta directamente la salud metabólica con la fuerza de las piernas: “Las personas que tienen el cuádriceps pequeño tienen una mayor resistencia a la insulina”. La idea, respaldada por diferentes estudios, subraya cómo el tamaño y la masa muscular no solo importan por una cuestión estética, sino también por su influencia directa en el control de la glucosa.
Según Suvalsky, los músculos de las piernas son un auténtico motor metabólico. Durante el ejercicio, el tejido muscular absorbe glucosa directamente de la sangre incluso sin necesidad de insulina. Esto significa que unas piernas fuertes —en particular los cuádriceps— ayudan a mantener niveles más estables de azúcar y a mejorar la sensibilidad a la hormona que regula su entrada en las células.
El especialista, desde su proyecto DiabeSmart, explica que el tamaño del cuádriceps es un marcador relevante para el metabolismo: “Las personas con menos masa muscular en esta zona suelen mostrar una mayor resistencia a la insulina y, por tanto, un peor control glucémico”. Con el paso de los años, la pérdida de fuerza y masa en las piernas puede agravar este problema, por lo que recomienda prestar especial atención a su mantenimiento.
El doctor Suvalsky propone ejercicios simples y accesibles que cualquiera puede realizar en casa. Las sentadillas, las zancadas o incluso levantarse de una silla sin usar las manos activan de manera directa el cuádriceps, ayudando a fortalecerlo progresivamente. “No hace falta un gimnasio para cuidar la salud metabólica”, afirma. “Solo constancia y movimiento diario”.
La clave está en mantener las piernas activas. Cada contracción muscular es una oportunidad para mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir los niveles de glucosa en sangre. Los beneficios, además, no se limitan al metabolismo: una musculatura más fuerte también protege las articulaciones, mejora la postura y previene la pérdida funcional asociada al envejecimiento.
Otro de los protagonistas de su mensaje es el músculo sóleo, situado en la parte baja de la pierna, justo bajo los gemelos. Aunque es menos conocido, juega un papel clave en el control de la glucosa. Está formado por fibras de tipo I, o de resistencia, capaces de utilizar oxígeno, glucosa y grasa de manera eficiente durante largos periodos de tiempo.
Para activarlo, Suvalsky recomienda movimientos tan sencillos como ponerse de puntillas varias veces al día, caminar en inclinación o realizar elevaciones de talones sentado con un poco de peso sobre las piernas. Este tipo de ejercicios estimula las fibras del sóleo, que a su vez ayudan al cuerpo a absorber mejor la glucosa y a mantener estables los niveles energéticos.
El mensaje de Suvalsky es claro: fortalecer las piernas no es solo una cuestión estética, sino una herramienta de prevención y control frente a la diabetes. Mantener los músculos activos favorece la regulación de la glucosa, mejora la circulación y reduce el riesgo de complicaciones metabólicas.
“Cada movimiento cuenta”, concluye el doctor. “El cuerpo funciona como un todo, y si cuidamos la base —nuestras piernas—, todo lo demás empieza a equilibrarse: la energía, el estado de ánimo y, sobre todo, la salud”.
El especialista en diabetes Elías Suvalsky ha llamado la atención con una afirmación que conecta directamente la salud metabólica con la fuerza de las piernas: “Las personas que tienen el cuádriceps pequeño tienen una mayor resistencia a la insulina”. La idea, respaldada por diferentes estudios, subraya cómo el tamaño y la masa muscular no solo importan por una cuestión estética, sino también por su influencia directa en el control de la glucosa.