La higiene personal es un motivo de gran atención para un sector realmente notorio de la ciudadanía. Son muchos los que se preocupan por mantener su cuerpo impoluto no solo por una cuestión de limpieza, también por cumplir con un estilo de vida saludable y beneficioso para su bienestar. De esta forma, podremos evitar potenciales dolencias y afecciones que atenten contra nuestra integridad en el futuro.
En este sentido, una de las preguntas que más se suele hacer la población con respecto a ello está relacionada con nuestras duchas cotidianas. Concretamente, la cuestión gira en torno a la asiduidad recomendada con la que realizar este hábito de higiene en nuestra cotidianeidad y si un exceso de la misma puede ser contraproducente para la seguridad de nuestro organismo.
En este sentido, expertos en salud como la médica Sara Marín ha querido aprovechar una de sus últimas publicaciones en Instagram para resolver algunas de las dudas más frecuentes con respecto a este tema. “Lo malo no es ducharse todos los días, sino cómo te duchas”, expresa la sanitaria en el vídeo dedicado a este asunto tan recurrente.
Ducharnos correctamente
Como la joven comenta, nuestra piel dispone de una especie de escudo natural conformado por millones de bacterias. Su función principal es servir de protección contra los gérmenes, así como mantener nuestro organismo hidratado y regulado en casos de inflamación. Al estar conectado con el resto de nuestro cuerpo, su deterioro influye en nuestra vulnerabilidad a agentes exteriores. Prácticas como duchas con agua a temperaturas excesivamente calientes o el empleo de jabones con componentes agresivos pueden poner en riesgo nuestra salud.
“Utiliza geles syndet, que son un tipo de geles sin jabón, pero que sí limpian, respetan el pHdela piel y a tus bacterias. Échate el jabón solo en las axilas, los pies y los genitales, pero por la zona de fuera, intenta no ponerte el agua siempre superardiendo e hidrata tu piel con cremas que contengan ceramidas o urea al 5 o 10%” afirma la médica en la publicación.
Es por ello que no debemos tener tan en cuenta la regularidad con la que nos duchamos, sino hacerlo mediante unas prácticas beneficiosas para nuestro cuerpo. De esta forma, nos mantendremos más seguros y protegidos de cualquier agente indeseado que pueda poner en jaque nuestra salud en los próximos tiempos.
La higiene personal es un motivo de gran atención para un sector realmente notorio de la ciudadanía. Son muchos los que se preocupan por mantener su cuerpo impoluto no solo por una cuestión de limpieza, también por cumplir con un estilo de vida saludable y beneficioso para su bienestar. De esta forma, podremos evitar potenciales dolencias y afecciones que atenten contra nuestra integridad en el futuro.