El empresario español Adrián Díaz, afincado en China desde hace casi dos décadas, ha compartido en el pódcast de Uri Sabat, La fórmula del éxito, su visión sobre la mentalidad china y su sorprendente forma de entender la ambición. “Si a un chino se le propusiera ganar 5.000 euros al mes de por vida, no lo firmaría”, afirmó, destacando que la cultura del país asiático se basa en el deseo constante de progreso y riqueza, sin conformarse nunca con un límite económico.
Durante la conversación, Díaz explicó que la mentalidad del dragón —como la definió— se sostiene sobre tres pilares: ahorro, trabajo duro y ambición. “Ellos trabajan deprisa; nosotros, con prisa”, resumió, subrayando la diferencia entre la eficacia calculada oriental y la ansiedad productiva occidental. En su opinión, China ha dejado de copiar a Occidente porque ya no tiene a quién copiar, situándose como líder tecnológico y productivo a nivel global.
El empresario insistió en que la sociedad china es profundamente capitalista, pese a la imagen de comunismo que aún persiste en muchos países. Aseguró que allí “el 90 % de los ciudadanos no ha pagado nunca IRPF” y que el enriquecimiento se concibe como una meta colectiva. Según Díaz, el éxito económico del país se debe a su capacidad para atraer inversión, reducir el desempleo y mantener una cultura del esfuerzo que fomenta la autosuperación.
En su reflexión final, Adrián Díaz señaló que los chinos aplican el cálculo racional a todos los aspectos de la vida, desde las relaciones personales hasta las decisiones empresariales. “Ellos no entienden la política como algo que deba cambiarse; la asumen como un fenómeno natural”, apuntó. Para el empresario, esa mentalidad práctica, centrada en los resultados, es la clave del avance imparable de China frente a una Europa que, en sus palabras, “mide el mundo con reglas que ya no se aplican”.
El empresario español Adrián Díaz, afincado en China desde hace casi dos décadas, ha compartido en el pódcast de Uri Sabat, La fórmula del éxito, su visión sobre la mentalidad china y su sorprendente forma de entender la ambición. “Si a un chino se le propusiera ganar 5.000 euros al mes de por vida, no lo firmaría”, afirmó, destacando que la cultura del país asiático se basa en el deseo constante de progreso y riqueza, sin conformarse nunca con un límite económico.