Victoria Camps, filósofa, sobre el individualismo moderno: “Ya no pensamos en lo que debemos hacer, sino en lo que nos apetece”
La filósofa Victoria Camps reflexiona en 'El Faro' de Mara Torres sobre el sentido actual de la libertad y advierte que “se ha vuelto egoísta”, dominada por el deseo individual y la falta de responsabilidad colectiva
La filósofa Victoria Camps, una de las voces más respetadas del pensamiento español, reflexiona sobre el sentido actual de la libertad y sus consecuencias sociales. En su paso por el programa El Faro de la Cadena SER, conducido por Mara Torres, la profesora emérita de Filosofía Moral expuso cómo la idea de libertad ha mutado en las últimas décadas. “La libertad se ha vuelto egoísta; ya no pensamos en lo que debemos hacer, sino en lo que nos apetece”, aseguró. Con esta frase, Camps resume una de las preocupaciones centrales de su pensamiento: la confusión entre autonomía personal y falta de responsabilidad colectiva.
Para la autora de La sociedad de la desconfianza, la cultura contemporánea ha transformado la libertad en un simple acto de consumo. “Vivimos en una época en la que la libertad significa conseguir todo lo que deseas”, una mentalidad que, según la filósofa, promueve una visión superficial de la autonomía. La lógica del mercado ha reemplazado la reflexión ética: el “yo quiero” ha sustituido al “qué debo hacer”. En este sentido, Camps considera que la libertad moderna ha perdido su dimensión moral y se ha reducido a la satisfacción inmediata de los deseos personales.
Esta tendencia, advierte, ha tenido un coste elevado: el aislamiento. “La soledad es una consecuencia de la libertad y de la independencia, pero no sabemos estar solos. Y cuando la soledad llega, nos desarma”, afirmó en su conversación con Mara Torres. Según la pensadora, el individualismo ha generado una paradoja: aunque nunca hemos estado tan conectados tecnológicamente, cada vez estamos más distanciados emocionalmente. La pérdida de vínculos y el debilitamiento de los lazos comunitarios, especialmente entre las personas mayores, son síntomas de una sociedad que confunde independencia con desarraigo.
La libertad en la sociedad actual
Camps sostiene que la libertad, entendida como ausencia de límites, se ha convertido en una forma de autoengaño. “La libertad es hacer lo que quiero” se ha impuesto como eslogan vital, pero, para la filósofa, este enfoque destruye la convivencia. “La verdadera libertad —defiende— implica pensar en los demás, actuar con responsabilidad y reconocer que no vivimos solos”. En su diálogo con Mara Torres, añadió una idea que condensa su reflexión sobre la ética pública.
En su análisis, Camps identifica un efecto colateral inevitable de este modelo: la soledad en la vejez. En su opinión, envejecer con dignidad requiere preparación emocional y no solo cuidados externos. “Hay que tener un as en la manga: una pasión, una afición, algo que nos conecte con nosotros mismos cuando todo lo demás empieza a faltar”, afirma. Para ella, la clave está en construir antes esos espacios interiores que permitan sostener el sentido vital cuando la edad o la pérdida de vínculos hacen su aparición.
La filósofa subraya que la esperanza de vida debería ir acompañada de una educación para la aceptación de los límites. “La esperanza de vida debería ir acompañada de aprender a vivir con menos calidad de vida y ese aprendizaje empieza mucho antes de la vejez”, señaló en El Faro. Su mensaje, más allá de una advertencia, es también una invitación a la reflexión colectiva: repensar qué entendemos por libertad, cómo convivimos y qué tipo de sociedad queremos construir cuando el bienestar se mide solo por el deseo satisfecho y no por la responsabilidad compartida.
La filósofa Victoria Camps, una de las voces más respetadas del pensamiento español, reflexiona sobre el sentido actual de la libertad y sus consecuencias sociales. En su paso por el programa El Faro de la Cadena SER, conducido por Mara Torres, la profesora emérita de Filosofía Moral expuso cómo la idea de libertad ha mutado en las últimas décadas. “La libertad se ha vuelto egoísta; ya no pensamos en lo que debemos hacer, sino en lo que nos apetece”, aseguró. Con esta frase, Camps resume una de las preocupaciones centrales de su pensamiento: la confusión entre autonomía personal y falta de responsabilidad colectiva.