Las carreras universitarias más estresantes del mundo, según la ciencia

La elección de una carrera universitaria no solo marca el futuro profesional, también determina el nivel de presión y desgaste que experimentarán los estudiantes durante sus años de formación. Un estudio reciente de la Universidad de Oxford ha puesto cifras y argumentos sobre la mesa al elaborar un ranking de las titulaciones más estresantes, un listado que ya circula con fuerza en redes sociales y que muchos alumnos están comentando entre la sorpresa y la resignación.

Medicina ocupa la primera posición en este ranking. No es casualidad: la enorme carga académica, las prácticas clínicas, la presión por aprender y aplicar conocimientos de vida o muerte, además de los exámenes constantes, hacen de esta titulación una de las más exigentes del mundo. Los estudiantes de medicina conviven con jornadas maratonianas y un nivel de responsabilidad que multiplica la ansiedad.

Tras Medicina aparecen varias ramas de las ciencias y la ingeniería, entre ellas Física, Ingeniería Mecánica, Ingeniería Electrónica, Ingeniería Civil, Ciencias de la Computación y Matemáticas. Todas ellas exigen precisión, creatividad y largas horas de trabajo individual y en equipo. En este terreno, los proyectos técnicos, los plazos ajustados y la presión por la excelencia se convierten en un cóctel que dispara los niveles de nerviosismo en los jóvenes universitarios.

El listado elaborado por Oxford también incluye a disciplinas como Ingeniería Química, Química e Ingeniería Biomédica, que completan el Top 10. Arquitectura, que aparece en la undécima posición, merece una mención aparte: los estudiantes deben combinar talento creativo y técnico con una agenda cargada de entregas y revisiones, lo que hace que muchos se enfrenten a noches sin dormir y a una evaluación constante de sus proyectos.

Más allá de las carreras científicas y técnicas, el estudio refleja que áreas como Derecho también generan un alto nivel de estrés. La necesidad de memorizar una gran cantidad de normativa, interpretar casos complejos y competir por destacar en un sector muy demandado hacen que esta titulación se sitúe entre las más exigentes. Algo similar ocurre con Enfermería, Económicas o Veterinaria, que ocupan puestos intermedios en el listado.

En el extremo opuesto, titulaciones vinculadas a las humanidades y las ciencias sociales —como Filosofía, Historia, Sociología o Periodismo— aparecen en posiciones más bajas. Si bien no están exentas de exigencia, la investigación señala que la presión académica es menos intensa en comparación con los grados de corte científico y técnico.

Los expertos recuerdan que el estrés académico, aunque difícil de evitar, puede gestionarse con organización, técnicas de estudio y hábitos saludables. El uso de herramientas de planificación, descansos regulares, ejercicio físico y apoyo emocional son estrategias recomendadas para que los estudiantes puedan atravesar estas etapas sin que el desgaste ponga en riesgo su bienestar.