Es noticia
Adrián Díaz, empresario español: "El fenómeno okupa sería impensable en China, y no existen los mendigos"
  1. Alma, Corazón, Vida
Sociedad y economía

Adrián Díaz, empresario español: "El fenómeno okupa sería impensable en China, y no existen los mendigos"

El empresario, afincado en China desde 2006, desmonta en COPE algunos de los tópicos más extendidos sobre el país y su sociedad

Foto: El empresario Adrián Díaz (YouTube/@AdriánDíazMarro)
El empresario Adrián Díaz (YouTube/@AdriánDíazMarro)

En las últimas décadas, China ha logrado una reducción histórica de la pobreza, sacando de la pobreza extrema a más de 800 millones de personas en las últimas cuatro décadas, aunque con matices como el estándar empleado por las autoridades chinas, que es más bajo que el umbral del Banco Mundial. El Gobierno incluso declaró “erradicada” la pobreza absoluta rural en 2021. En cualquier caso, este anunciado éxito no significa que el problema haya desaparecido, ya que la situación es compleja en un país tan grande y con tantos habitantes.

Sobre esta y otras cuestiones, Adrián Díaz Marro, empresario español afincado en China desde 2006 y autor del libro 21 claves para entender China en el siglo XXI, habló en el programa Herrera en COPE, profundizando sobre los contrastes entre la mentalidad china y la occidental. Tras casi dos décadas en el país, Díaz ha puesto en marcha fábricas y asesorado a empresas europeas.

Foto: espanol-cuenta-diferencia-negocios-china

Me dijeron que qué clase de empresario en su sano juicio, pudiendo tener las máquinas funcionando 30 días, las iba a parar ocho. Eso significaba que no tenía futuro y que el negocio iba mal”, recordó, al relatar su sorpresa cuando ofreció fines de semana libres a sus empleados. Su relato apunta a una ética laboral marcada por la productividad y la disciplina, muy distinta de los ritmos occidentales.

Un modelo social sin mendicidad visible

Otro de los temas que abordó fue el respeto a la propiedad privada. “El fenómeno okupa sería impensable en China”, afirmó, antes de añadir que en las calles “no se ve gente pidiendo” porque, culturalmente, no se concibe dar limosna. “Si alguien está en la calle, es porque se lo merece. No existe un mercado de la mendicidad”, dice para ilustrar la mentalidad en el país, dejando también claro que "estoy trasladando lo que piensa un chino, no lo que pienso yo". Según dice, los únicos mendigos en China se encuentran en las zonas turísticas.

Esa visión, sin embargo, no implica la ausencia total de pobreza, y al menos en cierta medida también refleja cómo la pobreza visible está social y culturalmente reprimida. En un país donde el Estado no garantiza plenamente la asistencia social, la responsabilidad recae sobre las familias, y mostrar necesidad puede percibirse como una deshonra.

De hecho, preguntado sobre la familia, Díaz reconoció que “tener un hijo en China es una inversión más que un gesto de amor, porque no existe un Estado que vaya a sostenerte en la vejez o en una enfermedad”. Sus palabras describen un sistema sin un Estado del bienestar al estilo europeo, donde las redes familiares suplen la falta de cobertura pública, aunque en los últimos tiempos el Gobierno chino se ha comprometido a ampliar el gasto público y los servicios.

Foto: Adrián Díaz (Con P de Podcast)

En materia económica, el empresario desmintió algunos estereotipos. “Nadie en mi empresa cobra menos del salario mínimo español, incluso con estudios básicos”, aseguró, destacando que el país ya no compite por bajos costes laborales. También apuntó que “menos de un 10% de los chinos paga impuesto sobre la renta y, aun así, los tipos son mucho más bajos que los de la clase media española”, aunque esos bajos impuestos también podrían contribuir a las mencionadas carencias en servicios públicos.

Finalmente, al referirse a la censura y la percepción de las autoridades, relató: “Cuando les contaba que en España se secuestró una portada de El Jueves, me decían que les parecía bien: los jefes de Estado se respetan”. Díaz resumió su experiencia con la reflexión de que China no es ni la utopía comunista ni el desastre que algunos pintan, y que “los valores son distintos a los nuestros. Cuando los entiendes, puedes adorarlos; cuando no, puedes odiarlos”, explica.

Su testimonio, más que una idealización, deja entrever la complejidad de una sociedad que ha cambiado a gran velocidad, donde la estabilidad social se impone sobre la libertad individual y la pobreza se combate tanto con crecimiento económico como con control social.

En las últimas décadas, China ha logrado una reducción histórica de la pobreza, sacando de la pobreza extrema a más de 800 millones de personas en las últimas cuatro décadas, aunque con matices como el estándar empleado por las autoridades chinas, que es más bajo que el umbral del Banco Mundial. El Gobierno incluso declaró “erradicada” la pobreza absoluta rural en 2021. En cualquier caso, este anunciado éxito no significa que el problema haya desaparecido, ya que la situación es compleja en un país tan grande y con tantos habitantes.

Virales Noticias de China Okupas
El redactor recomienda