Gómez Palomares, ginecólogo: "Si estás embarazada o buscándolo, evita los plásticos; también los vasos del café o los platos de comida preparada"

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La advertencia parece sencilla, pero tiene mucho de fondo científico. El ginecólogo Gómez Palomares ha querido poner el foco en un detalle que pasa desapercibido para muchas mujeres en pleno embarazo o que están intentando concebir: la exposición a plásticos en situaciones cotidianas. “Siempre os decimos que evitéis los plásticos, pero quiero dejar una reflexión clara: esto también incluye los vasos del café o los envases cuando pides comida para llevar. Esos plásticos, para nada. Si comes fuera de casa, llévate tu táper y el café en tu taza, no en esos vasos desechables”, ha explicado en un vídeo.

Durante años, la preocupación en torno a los plásticos se centraba en el medio ambiente. Sin embargo, investigaciones recientes han trasladado la inquietud a la salud humana, especialmente en etapas tan sensibles como el embarazo. No se trata solo de botellas o envoltorios: vasos de café recubiertos con plásticos, platos desechables o envases para comida rápida pueden liberar sustancias químicas que, según los expertos, actúan como disruptores endocrinos.

Estos compuestos tienen la capacidad de alterar el equilibrio hormonal, un aspecto crítico cuando se está gestando una vida. El consejo de Gómez Palomares no busca alarmar, sino reforzar hábitos de precaución. Usar recipientes de vidrio, cerámica o acero inoxidable, además de reducir la exposición a químicos, contribuye a un entorno más saludable para la madre y el futuro bebé.

Lo que hasta hace pocos años sonaba a ciencia ficción hoy ya se ha documentado. Una revisión publicada en Frontiers in Endocrinology confirmó la detección de microplásticos en la placenta humana, un hallazgo que ha encendido las alarmas sobre la posible transferencia de estas partículas desde la madre al feto. Los investigadores advierten de que, aunque la magnitud del riesgo todavía se desconoce, la sola presencia en un órgano tan clave como la placenta merece toda la atención de la comunidad científica.

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En 2024, el estudio Impacts of micro- and nanoplastics on early-life health publicado en SpringerOpen fue más allá al sugerir que los microplásticos y nanoplásticos podrían atravesar la interfaz materno-fetal. Esto abre la puerta a la posibilidad de que el desarrollo del niño se vea condicionado desde sus primeras etapas por contaminantes invisibles presentes en envases de uso común.

Otro artículo, publicado en ScienceDirect bajo el título Microplastics: A threat to Fetoplacental unit and Reproductive systems, advierte de que estas partículas no solo pueden atravesar barreras biológicas, sino que además transportan consigo químicos tóxicos persistentes.

No calentar alimentos en envases de plástico

El avance de las técnicas de detección también ha permitido confirmar hallazgos más concretos. Un estudio experimental identificó hasta seis tipos distintos de polímeros en líquido amniótico, con un tamaño medio de tres micras. Aunque en esa investigación no se observaron complicaciones obstétricas directas, los autores destacan que el potencial efecto acumulativo es un motivo de preocupación.

Más recientemente, la investigación Exposure to microplastics during pregnancy and fetal liver function (2025) analizó microplásticos en la placenta y llamó la atención sobre su posible impacto en el hígado fetal, un órgano especialmente sensible durante la gestación.

Frente a esta evidencia, el consejo del ginecólogo se traduce en acciones simples que cualquiera puede aplicar. Evitar vasos de café desechables y sustituirlos por tazas o termos reutilizables, transportar la comida en recipientes de vidrio o acero inoxidable en lugar de táperes plásticos, no calentar alimentos en envases de plástico —especialmente en microondas— y priorizar productos frescos frente a opciones de comida preparada con abundante envasado, son gestos sencillos que pueden ayudar a reducir la exposición.