Inés Moreno, traumatóloga: "Mentir sobre el ayuno preoperatorio no es un juego"

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La traumatóloga Inés Moreno ha lanzado un contundente mensaje en redes sociales sobre un hábito que muchos pacientes aún no toman en serio: el ayuno antes de una operación. Con su habitual tono directo y pedagógico, la especialista advierte de que ocultar lo que se ha comido antes de una cirugía puede tener consecuencias fatales.

“Tu madre te pregunta si has comido porque te quiere. Yo te lo pregunto porque quiero operarte sin matarte”, comienza su explicación, que ha acumulado miles de visualizaciones en pocas horas. Según Moreno, no respetar las horas de ayuno puede provocar una aspiración pulmonar, una complicación médica que ocurre cuando el contenido del estómago pasa a los pulmones durante la anestesia.

La doctora recuerda que esta práctica no es una simple recomendación: “El ayuno preoperatorio no es castigo ni dieta ‘detox’, es para que no te ahogues con tu propio desayuno”. En su vídeo, relata un caso ocurrido en los años cuarenta: un paciente que había desayunado cuatro tostadas antes de una cirugía y que murió antes de que los médicos pudieran intervenirlo. “El estómago dijo ‘ahí va lo mío’ y el contenido fue directo a sus pulmones”, cuenta Moreno para ilustrar la gravedad del problema.

Las normas actuales son claras, insiste: seis horas sin comida sólida y dos sin líquidos claros. “Y no, un café rápido también cuenta”, señala la especialista. El riesgo es evidente: bajo anestesia, el cuerpo pierde la capacidad de toser o reaccionar ante el vómito, lo que convierte cualquier contenido en las vías respiratorias en un peligro letal.

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Moreno reconoce que muchos pacientes se molestan por las preguntas repetidas del equipo médico antes de entrar a quirófano, pero lo considera una cuestión de vida o muerte: “Sí, voy a preguntarte diez veces si has comido. No porque sea pesada, sino porque un estómago lleno y anestesia es básicamente una ruleta rusa quirúrgica”.

Con su estilo directo y sin filtros, la traumatóloga cierra el mensaje con una advertencia que se ha hecho célebre: “Deja de tomarte una tostada antes de entrar al hospital por si acaso. No somos adivinos, pero sí queremos que salgas de una pieza”.