Ni desinfectantes ni ambientadores: cómo mantener los radiadores limpios y que calienten mejor para combatir el frío

• Adiós a la suciedad y el polvo: el sencillo truco para limpiar los radiadores por dentro en solo 10 segundos
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El otoño ya empieza a notarse en las calles y el aire puede refrescar cada vez más. Muchos hogares se preparan para encender la calefacción, pero pocos recuerdan que un radiador sucio o con aire acumulado puede perder buena parte de su eficiencia. Mantenerlos en buen estado no requiere grandes esfuerzos, pero sí seguir algunos pasos esenciales antes de que llegue el frío intenso.

La primera medida consiste en limpiar bien el exterior de cada radiador. Con un plumero, una aspiradora de boquilla fina o un cepillo flexible se elimina el polvo acumulado en las rendijas. Si hay grasa o suciedad más persistente, sobre todo en la cocina, lo más eficaz es usar agua tibia con jabón neutro y un poco de vinagre blanco. Este método no daña la pintura y mejora la transmisión del calor a la estancia.

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El siguiente paso es purgar los radiadores. El aire que se acumula en el interior impide que el agua caliente circule correctamente y genera ruidos. Basta con abrir la llave de purgado hasta que salga un chorro de agua constante, lo que garantiza que el sistema quede libre de burbujas. En calderas domésticas, conviene revisar después que la presión se mantenga entre 1 y 1,5 bares para evitar desequilibrios en la instalación.

Mejorar la eficiencia y reducir el consumo

Otro truco sencillo y comprobado es colocar paneles reflectantes detrás de los radiadores, especialmente en paredes exteriores. Estos paneles devuelven el calor a la habitación en lugar de dejarlo escapar hacia el muro, y pueden mejorar la eficiencia térmica hasta en un 10%. También conviene mantener despejado el espacio frontal: ni muebles ni cortinas deben obstaculizar la salida del aire caliente.

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Además, es importante no cubrir los radiadores con ropa húmeda o toallas, una práctica común que reduce notablemente su rendimiento. Si se quiere secar prendas, lo recomendable es usar un tendedero aparte y dejar que el aire fluya libremente alrededor del radiador. De este modo, el calor se distribuye mejor por la habitación y se logra un consumo más eficiente.

Por último, conviene realizar una limpieza interior cada cierto tiempo. Un secador de pelo en modo frío o un plumero electrostático ayudan a expulsar el polvo de las partes internas sin desmontar el aparato. Con estos cuidados básicos, los radiadores funcionarán al máximo rendimiento y el hogar se mantendrá cálido y confortable durante toda la temporada de frío.