Isabel Belaustegui, médico integrativa, sobre el cocido madrileño: "Le echamos la culpa a la legumbre de las digestiones pesadas, pero no"

• María Muñoz, especialista en aparato digestivo, sobre cómo evitar la hinchazón después de comer legumbres: "Hay formas fáciles de reducir este efecto"
• Sigue a El Confidencial en Google Discover para enterarte de todas las noticias

Llega el frío y con la bajada de temperaturas se inaugura la temporada de sopas y cocidos. El problema de estos platos es que hay recetas muy contundentes, no aptas para todos los estómagos, especialmente si llevan legumbres. Sin embargo, la doctora Isabel Belaustegui, médico integrativa, cuestiona la idea de que el cocido madrileño o unas lentejas “sientan mal” por culpa de la legumbre. En un vídeo reciente explica que las digestiones pesadas y los gases se asocian más a la mala combinación de alimentos que a los garbanzos en sí.

En su canal de YouTube (@IsabelBelaustegui), la especialista afirma: “No son las lentejas… le echamos la culpa a la legumbre. Pero no, no son las lentejas. El problema es la mala combinación de alimentos”. Según su exposición, mezclar legumbre con proteína animal —como ocurre en el cocido— puede generar molestias porque “no todos los alimentos se comportan igual” y requieren “distintos tipos de enzimas y diferentes condiciones de pH”.

TE PUEDE INTERESAR

Así se prepara un cocido madrileño octogenario: dos días de cocinado y 15 ingredientes nobles

Fran Sánchez Becerril

La doctora propone pautas sencillas para mejorar la tolerancia digestiva. Entre las combinaciones favorables, sugiere una proteína de origen animal con verdura (“un filete con ensalada” o “un pescado con una verdura pochada”) y, en el caso de proteína vegetal, unir legumbre con cereal —“lentejas con quinoa” o “garbanzos con kamut”—, preferentemente acompañadas de verdura para facilitar la digestión.

Combinaciones que sí y que no

En el apartado de incompatibles, Belaustegui es explícita: “Legumbre con carne como las lentejas a la riojana, el cocido madrileño o la fabada asturiana” entra en la lista de peores mezclas, al igual que “almidón… con carne” y “carne con pescado o carne con lácteos”. El motivo es la “incompatibilidad de pH” que “bloquea” la digestión del almidón cuando se crea un ambiente muy ácido para la proteína, con el consiguiente riesgo de gases, distensión y mala asimilación.

Además de las combinaciones, comparte “tips” para quienes tienen “estómago sensible”: dejar la legumbre en remojo 48 horas cambiando el agua, cocinar con alga kombu, refrigerarla 24 horas para formar almidón resistente y comer con calma para activar la amilasa.

También advierte que conviene evitar la fruta de postre —salvo piña y papaya— y los alimentos muy fríos tras la comida porque “bloquea” la acción enzimática. Su mensaje final es pragmático: se pueden hacer excepciones —“está perfecto”—, pero el problema surge cuando las combinaciones desfavorables “se hacen de base todos los días”.