Las persianas acumulan con facilidad polvo y grasa, lo que genera un aspecto apagado y manchas difíciles de eliminar. Para mantenerlas impecables y sin marcas, existe un truco casero que aporta brillo y deja un acabado uniforme en cada lama, y sirve tanto para persianas de exterior como para persianas venecianas de interior.
La limpieza de estos elementos puede resultar tediosa, sobre todo cuando se trata de modelos horizontales o verticales con gran superficie. Según el canal de YouTube Clean My Space, una de las soluciones más prácticas consiste en utilizar alcohol isopropílico para arrastrar la suciedad con rapidez y sin esfuerzo.
El procedimiento recomendado es sencillo: “Aquí está la solución rápida: pon alcohol isopropílico simple en una botella con atomizador o un rociador pequeño. Consigue un calcetín deportivo viejo, dale la vuelta y mete la mano para hacer una marioneta”. De esta forma se logra abarcar cada lama de manera uniforme sin necesidad de herramientas específicas.
La acción del alcohol isopropílicopermite desprender el polvo y la grasa, facilitando la limpieza incluso en zonas con mayor acumulación. Su aplicación deja las superficies libres de marcas y con un aspecto más cuidado, al tiempo que agiliza la tarea de mantenimiento doméstico.
Para obtener mejores resultados, en el vídeo aconsejan trabajar por secciones, rociando varias láminas a la vez y frotando con suavidad. Con este método, las persianas recuperan su aspecto original y se evita la acumulación de residuos que generan opacidad con el paso del tiempo.
Las persianas acumulan con facilidad polvo y grasa, lo que genera un aspecto apagado y manchas difíciles de eliminar. Para mantenerlas impecables y sin marcas, existe un truco casero que aporta brillo y deja un acabado uniforme en cada lama, y sirve tanto para persianas de exterior como para persianas venecianas de interior.