Cuando un niño atraviesa una rabieta o un momento de intensa frustración, muchos padres recurren a frases o gestos que, lejos de ayudar, pueden empeorar la situación. El psicólogo Rafa Guerrero ha explicado en un vídeo viral cuáles son los tres fallos más habituales que cometemos en estos instantes y cómo sustituirlos por estrategias más efectivas.
Según Guerrero, el primero es pedirles que se calmen. “Nunca en la historia de calmarse alguien se ha calmado al decirle que se calme”, comenta, recordando que esta exigencia rara vez funciona. El segundo error es desviar su atención con distracciones superficiales como “Mira el perrito, qué bonito”, ya que esto no les ayuda a conectar con lo que sienten. El tercero es chantajear o poner etiquetas, con frases como “yo que pensé que eras un niño muy bueno”, que refuerzan la idea de que hay algo malo en ellos.
@rafaguerreropsicologo Hay muchas situaciones que desregulan a nuestros niños. Aquí te ponemos tres ejemplos de situaciones típicas: En lugar de:¡Cómo se te ocurre hacer esto! Intenta con: (Tono firme y amable) Sofía, yo entiendo que estás enfadada porque tú querías ir a casa de Isa y no ha podido ser. Yo también me enfado cuando las cosas no salen como quiero. No puedes tirar los juguetes por todas partes porque no es seguro.Te voy a dar una almohada para que la aprietes muy fuerte y puedas sacar toda tu rabia. En lugar de: Te vas a tu habitación ya mismo a reflexionar. Intenta con: Iker sientes tristeza porque tu hermano te ha dicho burlándose que eres un bebé. Es válido que te sientas así y lo entiendo. Pero no lo puedes pellizcar. La próxima vez usa tu voz y dile: Para. No quiero que me digas que soy un bebé, me llamo Iker. Y si no para entonces lo hablamos los tres y buscamos una solución juntos. Pero, ahora vamos a practicar cómo se lo vas a decir para que sepas qué hacer si vuelve a pasar. Andrea eso que sientes se llama vergüenza. Quieres ir a jugar, pero no los conoces y necesitas tu tiempo. Es válido. Tranquila, yo voy a estar aquí contigo y cuando te sientas preparada nos podemos acercar y si quieres le preguntamos el nombre a esa niña de la blusa morada que te ha sonreído. Yo estoy contigo. Recuerda que esto son solo ejemplos. Habrá momentos en los que no decir nada y mostrarnos accesibles es lo más respetuoso que podemos hacer. Nuestro amor y compañía serán suficiente. #inteligenciaemocional#disciplinapositiva#psicologiainfantil#maternidad#maternidadconsciente#paternidad#paternidadconsciente#crianzarespetuosa#crianzaconsciente#desarrolloinfantil#crianzaconamor#educarenpositivo♬ sonido original - Rafa Guerrero
Frente a estas prácticas, el especialista propone cinco acciones sencillas y más respetuosas. La primera es ayudarles a poner nombre a lo que sienten, lo que él llama “alfabetizar sus emociones”. Explica que solo nombrar la emoción reduce su intensidad y les da herramientas para identificarla en el futuro.
Otra clave es transmitir consuelo a través de la voz, la mirada o un gesto físico suave. Esto, dice, modifica la química cerebral del niño, favoreciendo la liberación de oxitocina y reduciendo el cortisol, la hormona del estrés.
También es importante validar sus emociones. Todas son legítimas, pero validar no significa permitir comportamientos inadecuados. Se trata de conectar con lo que sienten y mostrarles cómo expresarlo de manera sana y respetuosa.
Guerrero recomienda además hablar menos y escuchar más, porque un niño alterado ya tiene una alta carga sensorial y un sermón largo solo aumenta su saturación. Por último, subraya la necesidad de adultos realmente presentes, lo que implica dejar a un lado el móvil y cualquier distracción para conectar de lleno con ellos en los momentos difíciles.
Cuando un niño atraviesa una rabieta o un momento de intensa frustración, muchos padres recurren a frases o gestos que, lejos de ayudar, pueden empeorar la situación. El psicólogo Rafa Guerrero ha explicado en un vídeo viral cuáles son los tres fallos más habituales que cometemos en estos instantes y cómo sustituirlos por estrategias más efectivas.