John Scharffenberg, médico y nutricionista, sobre las patatas: "Tienen un índice glucémico alto, pero también varía dependiendo de con qué las acompañes"

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Las patatas, presentes en la mayoría de cocinas españolas, no siempre cuentan con la buena fama que se les atribuye cuando se cocinan de forma sencilla. Aunque muchos consideran que hervidas o al horno son saludables, varios estudios han puesto en duda esa percepción. La Universidad de Harvard fue una de las primeras en advertir sobre sus efectos y decidió retirarlas del grupo de hortalizas en sus guías nutricionales.

La postura de Harvard

En su propuesta conocida como El Plato para Comer Saludable, esta institución recomienda que la mitad del plato se rellene con frutas y verduras, un cuarto con cereales integrales y el resto con proteínas. Sin embargo, especifica que las patatas no deben ocupar el lugar de las verduras, ya que su alto índice glucémico provoca picos de azúcar en sangre. Este efecto metabólico ha generado que se analicen con más cautela en la planificación de dietas.

El mensaje de Scharffenberg

El médico y nutricionista John Scharffenberg, de 102 años, residente en la comunidad californiana de Loma Linda, también ha compartido su visión sobre este alimento. Aunque admite que las patatas son de sus preferidas, advierte que “tienen un índice glucémico muy alto”. Incluso llega a compararlas con el helado, ya que ambas opciones pueden tener un impacto similar sobre los niveles de glucosa tras su ingesta.

Pese a sus reservas, Scharffenberg añade un matiz esencial: “Tienen un índice glucémico alto, pero también varía dependiendo de con qué las acompañes”. Según explica, combinarlas con legumbres o verduras puede reducir ese efecto, gracias al aporte de fibra. Sin embargo, elaboraciones como el puré de patata elevan aún más el índice glucémico, al descomponerse su estructura y facilitar la rápida absorción de azúcares en el organismo.