Nicolás Olea, catedrático de radiología y medicina física: “El textil tiene elementos altamente perfluorados, que son contaminantes y peligrosos”

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Nicolás Olea, catedrático de Radiología y Medicina Física, ha alertado sobre la presencia de elementos altamente perfluorados en el textil, sustancias que califica como contaminantes y peligrosas para la salud y el medio ambiente. Según sus palabras, este tipo de compuestos impide el reciclaje de gran parte de las prendas que consumimos a diario.

Durante una entrevista en el pódcast La ResilCiencia Show, Olea explicó con claridad las dificultades asociadas a la reutilización de estos materiales. “El textil tiene tal cantidad de aditivo perfluorado que se considera un elemento altamente peligroso y contaminante, no se puede reciclar el textil porque esa materia prima nunca va a tener la certificación de ser útil para volverlo a utilizar”, afirmó.

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Un problema oculto en la ropa

El especialista insistió en que la mayoría de prendas están compuestas por mezclas de materiales difíciles de separar, como poliéster, poliamida o silastic. Además, señaló que “está ya altamente contaminado el textil, para que tenga apariencia tan sedosa, tan natural, tiene una serie de contaminantes o de aditivos químicos que lo hacen absolutamente irrecuperable”. Una situación que, en su opinión, pone en entredicho las campañas de recogida de ropa usadas por grandes superficies.

Olea relacionó esta exposición constante a sustancias químicas con el aumento de casos de cáncer en personas más jóvenes, y advirtió también sobre la incidencia creciente del cáncer en mujeres jóvenes. Durante la entrevista señaló que, si bien “vivimos más que nunca”, eso no nos salva del peligro de padecer cáncer siendo joven: “Sí, claro, si no tienes cáncer de mama a los 42 años”. Con esta frase subrayó que determinados tumores, tradicionalmente asociados a edades avanzadas, están apareciendo de forma cada vez más precoz, lo que refuerza su preocupación por la influencia de los contaminantes ambientales presentes en el textil.

Recordó un estudio reciente que analiza más de 28 millones de casos en Estados Unidos y que concluye que “hemos cambiado de alguna manera las exposiciones ambientales, los hábitos, que están haciendo la sociedad mucho más susceptible”. En sus palabras, la clave no es el “código genético”, sino el “código postal”, es decir, las condiciones ambientales a las que estamos sometidos.

“Vivimos más que nunca, si no tienes cáncer de mama a los 42 años”

Al cambiar las exposiciones ambientales, Olea explica que hemos metido a las generaciones más jóvenes en un “callejón sin salida”. Con esta advertencia, el catedrático subrayó la necesidad de replantear el modelo de producción textil y de reconocer que la contaminación química se ha convertido en un factor determinante para la salud pública, especialmente en las nuevas generaciones.