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Las islas que España malvendió a Alemania hace 125 años: hoy valen oro en el actual mapa geopolítico mundial
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POR 25 MILLONES DE PESETAS

Las islas que España malvendió a Alemania hace 125 años: hoy valen oro en el actual mapa geopolítico mundial

España vendió por apenas 25 millones de pesetas unas remotas islas del Pacífico. Hoy, esos antiguos territorios olvidados se han convertido en lugares clave a nivel mundial

Foto: España escapando de las intenciones de Bismarck ('El Motín' (1883)- Biblioteca Nacional de España)
España escapando de las intenciones de Bismarck ('El Motín' (1883)- Biblioteca Nacional de España)

Durante siglos, el dominio del Imperio español se extendió desde América hasta los rincones más remotos del océano Pacífico. Fue allí donde forjó rutas marítimas, evangelizó pueblos indígenas y estableció colonias que, aunque olvidadas por muchos hoy, representaron una pieza crucial en el mapa global. Lo que entonces parecía una proeza de navegación y control territorial, con el tiempo se diluyó entre los vaivenes de la historia y los intereses de las potencias emergentes.

A finales del siglo XIX, sumida en el declive tras el Desastre del 98, España arrastraba las consecuencias de haber perdido Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Sin Armada y con escasos recursos, el Gobierno optó por un movimiento que muchos consideran una claudicación más que una decisión estratégica: vender sus últimas posesiones en el Pacífico por una suma que, incluso para la época, resultaba simbólica. Lo que entonces se consideró un cierre discreto del ciclo colonial, hoy genera perplejidad al constatar el valor que estas islas tendrían en la actualidad.

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Se trataba de las islas Carolinas, las Marianas y Palaos, territorios que hoy son clave en el tablero económico y militar del Indo-Pacífico. Países como Estados Unidos, Japón y China se disputan la influencia en esta zona, cuyas aguas están plagadas de rutas comerciales, bases militares estratégicas y recursos naturales codiciados. El antiguo "lago español" es ahora un campo de juego global en el que España no tiene ficha.

La conquista de las islas más remotas del Pacífico

La historia de estas islas comienza con los grandes viajes de exploración de la Monarquía Hispánica. En 1526, la expedición de Toribio Alonso de Salazar y Diego de Saavedra alcanzó por primera vez las Carolinas, poco después de que Magallanes y Elcano circunnavegaran el planeta. Durante los siglos siguientes, el Imperio español se afianzó en el Pacífico mediante un sistema de comunicación comercial y militar con epicentro en el Galeón de Manila.

Las Marianas, bautizadas así en 1667 en honor a la reina Mariana de Austria, se convirtieron en una parada obligatoria para los galeones que unían Acapulco con Filipinas. La isla de Guam, por su posición estratégica, era fundamental para el tornaviaje de regreso hacia América. Fue también el escenario de intensas campañas de evangelización impulsadas por jesuitas como Diego Luis de San Vitores, quien dejó una profunda huella en la región.

Las Carolinas y Palaos, por su parte, fueron integradas en la esfera hispana más por vocación evangelizadora que por razones económicas. Muy alejadas de las rutas comerciales y con escasos recursos, su colonización se basó en misiones religiosas y esfuerzos civilizadores más que en la explotación. A pesar de ello, su posición a medio camino entre Asia y América les confería un valor logístico innegable.

La presencia española se mantuvo durante más de tres siglos. Sin embargo, a finales del siglo XIX, el imperio mostraba signos claros de desgaste. Las dificultades para mantener guarniciones, la presión de otras potencias europeas y la desconexión entre las islas y la metrópoli empujaban al país hacia una encrucijada histórica.

La presión alemana y la venta por 25 millones de pesetas

En 1885, Alemania con el comandante Bismarck a la cabeza intentó aprovechar la debilidad española enviando el cañonero Iltis a la isla de Yap, con la intención de tomar posesión de las Carolinas. Aunque el arbitraje del papa León XIII dio la razón a España, aquel episodio marcó el inicio del interés germano por las colonias del Pacífico. Las tensiones quedaron sofocadas temporalmente, pero la semilla del reparto estaba plantada.

Tras la guerra contra Estados Unidos y la pérdida de Filipinas y Guam en 1898, España se encontró con unas posesiones oceánicas indefendibles. El 12 de febrero de 1899, el gobierno de Francisco Silvela firmó un tratado secreto por el que vendía las islas Carolinas, Marianas y Palaos por 25 millones de pesetas, unos 15.000 euros actuales. La cifra, incluso para ese tiempo, resultó ridícula ante el valor estratégico de los territorios.

El acuerdo supuso la cesión definitiva de los últimos dominios ultramarinos en Oceanía, y fue ratificado poco después por la reina regente María Cristina. Aunque se presentó como una solución diplomática inevitable, lo cierto es que representó el último clavo en el ataúd del Imperio español, que ya no era capaz de mantener su influencia global.

En la actualidad, España observa desde la distancia cómo lo que un día fueron "peñascos sin futuro" se han convertido en piezas clave del ajedrez mundial

Con el tiempo, aquellas islas pasaron de manos alemanas a japonesas y, más tarde, bajo administración estadounidense tras la Segunda Guerra Mundial. Hoy forman parte de países soberanos como Palaos y los Estados Federados de Micronesia, que mantienen tratados militares y económicos con Washington. Mientras tanto, España observa desde la distancia cómo lo que un día fueron "peñascos sin futuro" se han convertido en piezas clave del ajedrez mundial.

Durante siglos, el dominio del Imperio español se extendió desde América hasta los rincones más remotos del océano Pacífico. Fue allí donde forjó rutas marítimas, evangelizó pueblos indígenas y estableció colonias que, aunque olvidadas por muchos hoy, representaron una pieza crucial en el mapa global. Lo que entonces parecía una proeza de navegación y control territorial, con el tiempo se diluyó entre los vaivenes de la historia y los intereses de las potencias emergentes.

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