No pongas tierra sin esto: el truco para que las macetas drenen bien

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Con la llegada del verano, si bien solemos prestar atención a combatir el calor que acompaña a la estación, no debemos descuidarnos de las plantas de nuestro hogar. Y es que estas requieren de todo nuestro empeño para que soporten las altas temperaturas que marcan los termómetros en esta estación lo mejor posible.

Independientemente de los ejemplares que dispongamos en nuestra casa o jardín, es imprescindible que estas cuenten con un buen drenaje. Este consiste en el sistema que se emplea para que el agua sobrante que queda tras regar la planta pueda ser expulsada con facilidad sin crear charcos ni un exceso que acaben por deteriorar las raíces de la misma y, por ende, su estado.

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No obstante, existe solución para esta clase de problemas en nuestro jardín. En este sentido, podemos emplear alguno de los numerosos trucos de jardinería disponibles, además de hacer uso de un buen sustrato y evitar obstaculizar los agujeros de las macetas ubicados en su zona inferior. Uno de los más destacados se debe realizar incluso antes de introducir la tierra en la maceta.

Truco efectivo de jardinería

Este remedio consiste en introducir en el fondo de la maceta unas bolas de arcilla expandida, de manera que logren separar el agua estancada procedente del riego, del sustrato en sí. Una alternativa a ello es sustituir las bolas de arcilla con corteza de pino, material que presenta una efectividad similar al primero.

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Por otro lado, otra solución pasa por colocar la maceta en una ubicación elevada y colgada de forma segura y consistente sin nada en la parte inferior. Para saber si hemos efectuado correctamente dicho sistema, colocaremos un recipiente que recoja el agua sobrante que caiga mediante el sistema de drenaje. Si tenemos que cambiarlo con cierta frecuencia, significa que la solución funciona de manera óptima.

Por último, no se debe olvidar que cada especie y tipo de planta requiere de unas atenciones diferentes entre sí. En este sentido, debemos tener en cuenta la cantidad de agua necesaria, el tipo de tierra o suelo sobre la que esté plantada el ejemplar, así como si el sistema de drenaje presenta irregularidades que pueda vulnerar el estado de las raíces.