Brady Smith, dentista y creador de contenido en TikTok con más de medio millón de seguidores, compartió esta semana una anécdota real que ha revolucionado la forma de preparar a los más pequeños para sus visitas médicas. Una madre acudió a su consulta con una petición poco habitual: grabar un vídeo dirigido a su hija de dos años y medio, quien tenía miedo del dentista. “¿Podrías grabar un vídeo diciéndole lo emocionado que estás por verla? Creo que si lo ve, se va a ilusionar”, le pidió la madre.
La respuesta del doctor fue inmediata: se sacó el móvil y se puso manos a la obra. “Le metí todo el entusiasmo posible”, cuenta entre risas. En el vídeo personalizado, Smith llama a la niña por su nombre y le transmite emoción: “¡Tengo una caja del tesoro llena de juguetes que quiero enseñarte! ¡Estoy deseando contar tus dientes!”. El objetivo: que la pequeña lo viera en pantalla, lo reconociera y, al asociarlo con una experiencia positiva, perdiera el miedo a la visita.
“Ahora ella me verá en la pantalla. Eso me convierte en famoso para una niña de tres años”, dice con humor. Smith explica que, al igual que ocurre con personajes como Blippi o Miss Rachel, el hecho de aparecer en vídeo convierte a los profesionales en referentes reconocibles. “Estar en el mismo pedestal que ellos es todo un logro”, comenta con orgullo.
Este pequeño gesto puede marcar la diferencia entre una experiencia traumática y una visita feliz. La clave está en crear una conexión previa. “Si no estás grabando vídeos personalizados para niños de tres años en tu consulta, ¿a qué estás esperando?”, pregunta Smith, entre risas.
El éxito de este truco no reside solo en su originalidad, sino en su humanidad. Frente a los clásicos trucos de distracción, el vídeo personalizado establece un vínculo emocional que genera confianza antes incluso de pisar la consulta. “Así es como se crea riqueza generacional. ¿Has oído hablar de los Wiggles? Claro que sí”, bromea el dentista.
Brady Smith, dentista y creador de contenido en TikTok con más de medio millón de seguidores, compartió esta semana una anécdota real que ha revolucionado la forma de preparar a los más pequeños para sus visitas médicas. Una madre acudió a su consulta con una petición poco habitual: grabar un vídeo dirigido a su hija de dos años y medio, quien tenía miedo del dentista. “¿Podrías grabar un vídeo diciéndole lo emocionado que estás por verla? Creo que si lo ve, se va a ilusionar”, le pidió la madre.