Una casa convertida en parque de atracciones, con toboganes, estanterías secretas, videoclub propio y un ascensor doméstico improvisado, parece un sueño para los adultos que tienen alma de niño. Sin embargo, una casa así existe, parece El País de Nunca Jamás y ha sido diseñada por un mago e inventor estadounidense.
En un vídeo viral, publicado por la cuenta (@justinflom) bajo el título Waking up in a funhouse, muestra el día a día en una vivienda donde la funcionalidad y el entretenimiento conviven en cada rincón. Desde un foso de espuma en el dormitorio principal hasta una despensa escondida tras una estantería móvil, el vídeo, con más de 20 millones de reproducciones, detalla una rutina tan llamativa como cotidiana para sus protagonistas.
La narradora, que es la mujer del ilusionista, desciende de planta gracias a un sistema automatizado parecido a una tirolina, desayuna frente a un estante camuflado y realiza la colada bajando por una barra de bomberos en lugar de usar el tradicional conducto de ropa sucia. “Mi marido hizo el cambio y a los niños les encanta”, afirma. El entorno refleja la creatividad del creador de contenidos, que transforma cada elemento doméstico en una experiencia lúdica.
Tras un paseo por un baño con un muro de papel higiénico, uno de los rincones más singulares de la vivienda es el videoclub personal que han recreado a partir de un armario en desuso. Tras una puerta secreta decorada con papel pintado se accede a un pequeño espacio que emula las antiguas tiendas de alquiler, donde aún ven películas en formato físico. “Esta noche veremos Goofy e hijo”, cuenta la autora del vídeo antes de cerrar su recorrido por el interior de la casa.
La historia ha captado el interés no solo por su originalidad, sino también por la ejecución técnica de cada rincón personalizado. Esta vivienda, lejos de seguir convenciones, demuestra cómo la imaginación puede redefinir el concepto de hogar y convertirlo en un lugar donde la rutina se vive con una dosis diaria de fantasía.
Una casa convertida en parque de atracciones, con toboganes, estanterías secretas, videoclub propio y un ascensor doméstico improvisado, parece un sueño para los adultos que tienen alma de niño. Sin embargo, una casa así existe, parece El País de Nunca Jamás y ha sido diseñada por un mago e inventor estadounidense.
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