Cinco imprescindibles para hacer el Camino de Santiago: "La vaselina se convertirá en tu mejor amiga"

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• Manuel, médico: "Tus vaqueros apretados podrían estar saboteando tu salud. El estómago se comprime y el contenido refluye hacia el esófago"

El Camino de Santiago es mucho más que una ruta de peregrinación. Para muchos caminantes, representa una experiencia transformadora que combina esfuerzo físico, introspección y convivencia con personas de todo el mundo. Sin embargo, quienes lo emprenden deben tener en cuenta que la preparación es esencial para disfrutar cada etapa sin contratiempos.

Un peregrino experimentado ha compartido en redes sociales sus cinco recomendaciones esenciales para afrontar el recorrido con garantías. Aunque pueden parecer consejos básicos, son fruto de la experiencia acumulada tras decenas de kilómetros a pie y se han convertido en referencia para muchos futuros caminantes.

El producto estrella: la vaselina

“La vaselina se convertirá en tu mejor amiga, sin duda”, señala el autor del vídeo. Este producto se vuelve indispensable para evitar rozaduras en zonas como los pies, las ingles o cualquier parte del cuerpo que esté expuesta a fricción constante. Aplicarla a diario puede prevenir heridas molestas que podrían complicar el trayecto.

Un pequeño envase ocupa poco espacio y puede salvar al peregrino de molestias persistentes. Las ampollas y quemaduras por roce son de los problemas más habituales, por lo que anticiparse con una buena capa de vaselina puede marcar la diferencia.

Vestimenta técnica y protección contra la lluvia

El segundo consejo se centra en el vestuario. “Cuanto más cómodo vayas, a la larga lo agradecerás”, afirma el caminante. La ropa técnica, ligera y de secado rápido, es preferible a las prendas de algodón que retienen la humedad. Además, el chubasquero se convierte en un imprescindible, sobre todo si se atraviesa Galicia, donde las lluvias son frecuentes.

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Nuria Ibáñez

Evitar la sensación de humedad constante no solo mejora la comodidad, sino que también previene resfriados y dolores musculares. Por eso, invertir en ropa de calidad adaptada a la climatología puede suponer un gran acierto.

El calzado adecuado: comodidad ante todo

Lejos de lo que muchos creen, las pesadas botas de montaña no son necesarias para completar el Camino. “No hace falta cargar con una bota pesada”, explica el peregrino, quien subraya que “el 80-90 % de los que yo vi llevaban calzado de trail”.

Las zapatillas de trail ofrecen ligereza, amortiguación y un agarre adecuado para los caminos de tierra o grava. Gracias a su flexibilidad y transpirabilidad, permiten avanzar largas distancias sin sufrir por el peso o el calor acumulado.

“En muchos bares y sitios solo aceptan efectivo, te hará falta en muchas paradas”

La importancia de llevar dinero en metálico

El cuarto punto aborda una cuestión logística que a menudo pasa desapercibida. “En muchos bares y sitios solo aceptan efectivo, te hará falta en muchas paradas”, recuerda el caminante. Disponer de dinero en metálico garantiza poder acceder a alimentos, bebidas y otros servicios en pequeños establecimientos donde no se acepta tarjeta.

Este detalle es crucial para no encontrarse en situaciones incómodas tras largas caminatas. Poder disfrutar de una buena comida, considerado por el peregrino como “el verdadero lujo”, se vuelve aún más satisfactorio tras una jornada exigente.

La mochila, mejor ligera

El último consejo incide en no sobrecargar el equipaje. “No vas a necesitar ni el 30 % de lo que te lleves”, asegura con ironía. Cada kilogramo añadido puede notarse en cada tramo, así que es preferible llevar solo lo indispensable.

La mayoría de albergues ofrecen servicio de lavandería, por lo que no es necesario transportar muchas mudas. Viajar ligero mejora el ritmo, reduce el cansancio y permite disfrutar del entorno sin distracciones ni molestias físicas innecesarias.

Con estos cinco elementos esenciales, el Camino de Santiago se convierte en una experiencia mucho más cómoda, segura y gratificante. Planificar con criterio y escuchar a quienes ya han vivido la ruta permite aprovechar cada paso al máximo y llegar a Santiago con los pies —y el espíritu— en perfecto estado.