Refréscate en esta piscina natural en Ávila que es una joya y está muy cerca de Madrid

Cuando el calor aprieta en Madrid, hay un enclave que pocos conocen pero que promete convertirse en tu plan favorito del verano. Hablamos de la Piscina Natural El Carreras, un auténtico oasis en plena sierra de Ávila, a solo una hora y media de la capital, perfecto para huir del asfalto y sumergirse en un entorno natural que parece sacado de un cuento.

Palma Puleo, una usuaria de TikTok especializada en viajes cerca de Madrid, lo tiene claro: “Es una piscina natural en un entorno súper bonito y con merendero. Perfecta para escapar del calor de la ciudad”. Lo dice en un vídeo que se ha hecho viral, y razones no le faltan. El Carreras es una piscina natural enclavada en el cauce del río Garganta, ideal para refrescarse en plena naturaleza.

Este rincón del interior de Ávila aparece tras un paseo de poco más de un kilómetro. El acceso parte desde Navaluenga, donde puede dejarse el coche, y desde ahí comienza una ruta sencilla que lleva directamente a la zona de baño. El sendero transcurre entre encinas, pinos y las paredes de roca caliza que forman las conocidas hoces del río, haciendo que el trayecto merezca tanto la pena como el destino.

Una vez allí, el plan se adapta a lo que cada uno busque. Hay quien se da un chapuzón rápido, otros pasan el día entero entre el sol, las pozas y el merendero. Algunos aprovechan para explorar el entorno: pueden nadar a través del río, saltar desde algunas rocas —siempre con cuidado— o dejarse llevar por el sonido del agua al caer por las antiguas presas de piedra que antaño servían para el riego. El paisaje también regala pequeñas cascadas y formaciones rocosas que parecen esculpidas a mano.

Cómo llegar

La ruta es apta para todos los públicos y permite disfrutar de una experiencia completa en plena naturaleza. No es solo una piscina donde refrescarse: es un rincón mágico en mitad del bosque, donde se combinan el baño, el paseo y la desconexión. Para llegar hasta la Piscina Natural El Carreras basta con poner rumbo al pueblo de Navaluenga (Ávila). Una vez allí, hay que seguir un camino asfaltado hasta el inicio del sendero que conduce a la piscina. El recorrido es fácil, sin complicaciones técnicas, lo que permite disfrutarlo sin necesidad de experiencia previa en montaña.