Luis Zamora, nutricionista: "Si te crujen las articulaciones no estás tomando el suficiente calcio o vitamina D"
Crujidos al levantarte, al agacharte o al mover las rodillas pueden ser más que un simple signo de la edad. Un nutricionista advierte: podrían deberse a una carencia de calcio o vitamina D
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Sentir un chasquido al levantarse del sofá o al agacharse no siempre es motivo de alarma, pero sí puede ser una señal de que algo no va del todo bien. Las articulaciones, encargadas de conectar huesos y permitir el movimiento, se desgastan con la edad y pueden generar ruidos por causas diversas, desde procesos naturales hasta deficiencias nutricionales. Aunque el fenómeno más común detrás de estos crujidos es la cavitación (cuando se liberan burbujas de gas en el líquido sinovial), no todos los casos deben ignorarse.
Con los años, es habitual notar más estos sonidos al moverse. El cartílago que recubre los extremos de los huesos se va deteriorando, especialmente en zonas como las rodillas, y esa pérdida de amortiguación puede dar lugar a ruidos. Además, si esos crujidos vienen acompañados de dolor, hinchazón o dificultad para moverse, podrían estar avisando de problemas mayores como condromalacia o incluso artrosis, lo que requiere consulta médica. Pero hay otro factor que muchas veces pasamos por alto: nuestra alimentación.
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Expertos en salud insisten en que no solo el desgaste por la edad explica estos ruidos articulares. Un déficit de vitaminas y minerales esenciales puede estar detrás de esas molestias. Entre los más implicados se encuentran el calcio y la vitamina D, ambos fundamentales para la salud ósea y muscular. Y es precisamente aquí donde entra en juego el punto de vista de un especialista en nutrición.
El nutricionista Luis Zamora da su opinión
Luis Zamora, colaborador habitual del programa Atrévete de Cadena Dial, ha lanzado un mensaje claro: “Si por lo que sea te crujen las articulaciones, pues o estás cumpliendo años… o no estás tomando el suficiente calcio y vitamina D”, explica. Este crujido no siempre se debe al envejecimiento, sino que también puede alertar de carencias nutricionales que deberían corregirse a tiempo para evitar complicaciones.
El nutricionista añade que “también puede ser una señal o un signo para aumentar el consumo de lácteos, pescados azules, legumbres o verduras como el kale, que son muy ricas en calcio”. Estas recomendaciones están especialmente dirigidas a quienes, además de notar crujidos, observan signos como moratones espontáneos o espasmos en los párpados, lo que podría indicar falta de otras vitaminas y minerales como la C, la K o el magnesio.
Una dieta rica y variada, llena de alimentos con calcio y vitamina D pueden hacer que tus articulaciones mejoren y dejen de doler
Zamora insiste en que la alimentación diaria debe cuidarse para evitar estos déficits. “La espinaca y las nueces son tus aliados”, afirma el experto, haciendo hincapié en la importancia de una dieta rica y variada. En definitiva, antes de asumir que el crujido articular es solo una cuestión de edad, puede ser una buena idea revisar qué comemos y cómo lo hacemos. Porque a veces, el cuerpo cruje... para avisarnos.
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Sentir un chasquido al levantarse del sofá o al agacharse no siempre es motivo de alarma, pero sí puede ser una señal de que algo no va del todo bien. Las articulaciones, encargadas de conectar huesos y permitir el movimiento, se desgastan con la edad y pueden generar ruidos por causas diversas, desde procesos naturales hasta deficiencias nutricionales. Aunque el fenómeno más común detrás de estos crujidos es la cavitación (cuando se liberan burbujas de gas en el líquido sinovial), no todos los casos deben ignorarse.