Andrea Urizar, dietista: 'Una leche que no tiene nada de grasa es puro carbohidrato en forma de lactosa"

La leche es uno de esos alimentos que genera debate constante. Que si entera, semidesnatada o desnatada, que si es buena o mala, que si tiene demasiada grasa... Pero la nutricionista Andrea Urizar ha puesto el foco en un aspecto clave que muchos pasan por alto: la leche desnatada podría no ser tan saludable como creemos. Urizar, conocida por su estilo directo y desenfadado en redes sociales, ha lanzado un mensaje que ha resonado con fuerza: una leche sin grasa "al final es puro carbohidrato en forma de lactosa". Esta afirmación, que ha provocado un auténtico revuelo, invita a reflexionar sobre las elecciones que hacemos en el supermercado.

Según la experta, la leche es una proteína completa que nos aporta todos los aminoácidos esenciales. Pero el quid de la cuestión reside en las vitaminas liposolubles (A, D, E y K). "Sin grasa no las puedes absorber", advierte Urizar. Es decir, al eliminar la grasa de la leche, también nos estamos despidiendo de estas vitaminas tan necesarias para el organismo. "¿Qué pasa si quitamos la grasa? Que ya no hay estas vitaminas", subraya.

Además del aporte vitamínico, la grasa de la leche juega un papel fundamental en la saciedad. Urizar explica que ayuda a estabilizar los niveles de glucosa e insulina, lo que se traduce en una sensación de plenitud que nos evita picar entre horas. "Si tú te tomas una leche que no tiene absolutamente nada de grasa, al final lo único que te queda es carbohidrato en forma de lactosa y proteína", comenta. Y añade un dato sorprendente: "la proteína light o sea proteína sin grasa. Sube la insulina, los niveles de glucosa".

Ante este panorama, Andrea Urizar lo tiene claro: la leche entera es la opción preferible. No obstante, ofrece una alternativa para quienes buscan un punto intermedio: la semidesnatada. Esta última no elimina la grasa por completo, permitiendo una mejor absorción de las vitaminas. La dietista incluso sugiere una estrategia inteligente: "si comes más grasas en esa comida, te tomas la semidesnatada y en otra comida que a lo mejor no comas tanta grasa, te tomas la entera". La clave, como siempre, está en el equilibrio y en entender qué le estamos aportando a nuestro cuerpo con cada elección.