Mayte, dentista: "Si te enjuagas, estás tirando por el desagüe todo lo bueno que tiene la pasta"

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Muchas personas se enjuagan la boca tras el cepillado por costumbre o buscando una mayor sensación de limpieza. No obstante, esta práctica puede estar perjudicando la efectividad del cuidado bucodental. Así lo advierte la dentista Mayte, cuya explicación se ha hecho viral en las redes sociales gracias a la claridad y contundencia de su mensaje.

En un vídeo ampliamente compartido, la profesional lanza una advertencia rotunda: "Tú también te enjuagas la boca con agua después de cepillarte... pues lo estás haciendo todo mal". A continuación, utiliza una comparación muy gráfica para reforzar su punto de vista: "Es como si después de echarte tu rutina de skincare te lavaras la cara".

La función protectora del flúor

Detrás de esa advertencia hay una base científica sólida. Durante el cepillado, especialmente al utilizar una pasta dentífrica con flúor, se deposita una capa protectora sobre los dientes. El flúor actúa como un escudo que combate las caries y refuerza el esmalte. Sin embargo, enjuagarse justo después con agua interfiere con este proceso, eliminando los beneficios antes de que puedan actuar eficazmente.

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La experta lo resume de forma clara: "Si te enjuagas, estás tirando por el desagüe todo lo bueno que tiene la pasta: el flúor, la protección". Por ello, los especialistas en salud bucodental recomiendan escupir el exceso de dentífrico sin aclararse después con agua, permitiendo que el flúor permanezca en contacto más tiempo con los dientes.

Cambiar hábitos para mejorar la higiene

Este tipo de contenidos divulgativos han ganado terreno como herramienta eficaz para transformar hábitos adquiridos desde la infancia. Su formato breve, el lenguaje directo y la utilización de ejemplos cercanos logran captar la atención del público general, facilitando la comprensión de prácticas que la ciencia actual desaconseja.

En consecuencia, resulta conveniente replantearse gestos tan automáticos como enjuagarse tras el cepillado. Adoptar la rutina correcta puede tener un impacto significativo en la salud bucal. La próxima vez que te cepilles, evita el agua al final del proceso: tu esmalte dental te lo agradecerá.