Michael Franzese, ex jefe de la mafia: "No tenía sitio para los billetes pequeños. Nunca le conté nada a mi mujer"

Michael Franzese, uno de los antiguos capos de la familia Colombo, ha contado en el pódcast The Diary of a CEO cómo manejaba enormes cantidades de dinero en efectivo durante los años 80 sin que su mujer supiera nada. “Nunca le conté a mi mujer nada”, aseguró. En su testimonio explica que llegó a ver entre 40 y 50 millones de dólares en metálico, procedentes de su negocio de fraude con gasolina.

El dinero era tanto que ocupaba habitaciones completas y, además, venía en billetes pequeños. “El dinero de las gasolineras son billetes pequeños”, dijo. Para hacer sitio, “solía llegar a casa, cogía los billetes de cinco y de uno y se los daba a mi mujer”. Según relató, le decía: “Dáselos a tus hermanos y hermanas, porque no tengo sitio para ellos”. Se quedaba con los de diez y veinte, más fáciles de manejar.

Franzese también explicó que lavar el dinero se convirtió en un problema cada vez más complicado. En una ocasión, su mujer fue al banco con miles de dólares que él le había entregado, y el empleado le preguntó por qué el dinero olía a gasolina. “Mi mujer me dijo: no vuelvo a ir al banco por ti”. A partir de entonces, se negó a volver a ayudarle en esos asuntos.

“Nunca hablé de esto con ella, nunca le conté nada”, insistió. Le decía que trabajaba como mayorista y que por eso tenía tanto efectivo. “Tenemos mucho dinero en efectivo, ya sabes, vas a una gasolinera y pagas en efectivo”. Aunque también usaba tarjetas de crédito, el volumen de dinero era tal que necesitaba encontrar soluciones prácticas para esconderlo.

Para eliminar el olor a gasolina del dinero, ideó un método casero: “Compré una nevera, puse soda dentro con el dinero, y eso eliminó el olor”. Según contó, su mujer no había visto nada igual. “Me dijo: nunca he visto algo así en mi vida, te lo juro”.

Franzese concluyó diciendo que hizo todo lo posible para que el dinero pareciera legítimo. “Hice que todo pareciera legítimo. Nunca le conté nada de lo que pasaba. Nunca”. Su relato muestra hasta qué punto debía esforzarse para ocultar la vida que llevaba, incluso dentro de su propia casa.