Simon Scarano, dermatólogo: "Dormir con el maquillaje puesto es una bomba atómica para la aparición de nuevos brotes"

El dermatólogo Simon Scarano, seguido por millones en redes, ha lanzado una advertencia clara: irse a la cama sin desmaquillarse es como encender una mecha en la piel. Su último vídeo, que ya suma más de 165.000 visualizaciones, enumera cinco errores frecuentes que desencadenan brotes de acné. Pero si hay uno que lo preocupa especialmente, es ese gesto cotidiano —y muchas veces subestimado— de no limpiar correctamente el rostro tras un día de maquillaje.

“Es una bomba atómica para los granitos”, explica Scarano con su habitual tono didáctico, mientras alerta sobre los efectos de dormir con base, corrector, rubor o cualquier otro cosmético aún adherido a la piel. El maquillaje, cuando no se retira, bloquea los poros, acumula bacterias, y crea el escenario perfecto para la inflamación cutánea. El resultado: nuevos granitos al día siguiente… y probablemente también al siguiente.

No se trata de demonizar el maquillaje, advierte el médico. Muchas personas recurren a él para disimular los brotes, lo cual genera un ciclo vicioso difícil de romper. “Tenemos acné, nos maquillamos, eso empeora el acné, y entonces nos maquillamos más”, resume. Por eso, Scarano insiste en que lo esencial es usar productos no comedogénicos, aptos para pieles grasas o acneicas. Este tipo de maquillaje, libre de aceites y componentes taponadores, minimiza el riesgo de reacción.

Aun así, lo más importante llega al final del día. No importa cuán caro sea el producto, ni si es apto para piel sensible: lo peor es dejarlo en la cara durante la noche. “Nunca te vayas a dormir maquillado o maquillada”, repite Scarano, señalando que esta práctica dispara la aparición de pústulas, pápulas y otras lesiones típicas del acné inflamatorio. Y si ya sufres de granitos, el daño puede ser todavía mayor.

Para desmaquillarse de manera eficaz, recomienda productos bifásicos o bálsamos limpiadores, capaces de eliminar incluso el maquillaje más resistente sin agredir la piel. Menciona opciones como el agua micelar bifásica de Garnier, el desmaquillante de Cetaphil o el bálsamo de Coony, aunque recalca que lo importante es que el desmaquillante sea adecuado a tu tipo de piel.

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S. López

La limpieza no es un lujo: es una necesidad dermatológica. “Una buena rutina de higiene facial puede marcar la diferencia”, asegura. Y no se refiere solo a la noche. Por la mañana, la piel también acumula sebo, células muertas y restos de productos aplicados el día anterior. Scarano recuerda que limpiar correctamente la piel reduce la carga bacteriana y evita que los poros se conviertan en nidos de inflamación.

El mensaje es claro y directo: cinco minutos de limpieza pueden evitar semanas de brotes. Y si además se acompaña de una dieta equilibrada, control de estrés y revisión hormonal en caso de acné persistente, los resultados pueden ser visibles en poco tiempo. Scarano, que también advierte sobre otros factores como ciertos alimentos, medicamentos o desequilibrios hormonales, insiste en algo que suele olvidarse: “La piel es un órgano que nos habla. Hay que aprender a escucharla”.

Su comunidad de seguidores, a la que llama con cariño “Simoonies”, parece estar cada vez más convencida de sus consejos. Y es que cuando se trata de acné, prevenir con hábitos diarios es mucho más efectivo que reaccionar tarde con tratamientos caros.