Cómo lavar delantales de cocina en la lavadora para que no se estropeen
Manchas de aceite, salpicaduras de tomate o restos de chocolate: estas prendan acumulan suciedad con facilidad
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Manchas de aceite, salpicaduras de tomate o restos de chocolate: los delantales de cocina acumulan suciedad con facilidad y, si no se lavan correctamente, pueden perder color, deformarse o deteriorarse antes de tiempo. Elegir el programa adecuado de lavadora y aplicar ciertos cuidados antes del lavado puede marcar la diferencia entre un delantal limpio y otro dañado.
La frecuencia del lavado depende del uso que se le dé. Para quienes cocinan a diario o trabajan en cocinas profesionales, lo recomendable es lavarlo a menudo. En cambio, si solo se usa de forma esporádica, bastará con limpiarlo cuando se vea visiblemente sucio. En cualquier caso, antes de meterlo en la lavadora, conviene revisar si tiene manchas concretas.
Los pasos para lavar un delantal correctamente
El primer paso siempre debe ser el pretratamiento de las manchas y cada una necesita un método de limpieza específico. Puedes aplicar un quitamanchas comercial o una mezcla casera de bicarbonato de sodio y vinagre blanco. Frota la zona afectada suavemente o aplícala con pequeños toques y deja que actúe durante unos minutos antes del lavado.
En el caso del lavado a máquina, lo ideal es seleccionar un programa suave con agua fría o tibia, dependiendo del tipo de tejido. Los delantales de algodón suelen resistir el agua templada, mientras que las telas sintéticas requieren agua fría para evitar el desgaste. Para evitar que los cordones largos se enreden o que los detalles sufran daños en la lavadora, se recomienda colocar el delantal dentro de una bolsa de malla o incluso una funda de almohada cerrada.
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Si el delantal es blanco, se puede añadir vinagre blanco durante el aclarado como suavizante natural y eliminador de olores. Para modelos de color, se deben evitar productos agresivos como la lejía y optar por detergentes que respeten el tono de la prenda. No olvides separar la ropa clara de la oscura para evitar transferencias de color.
Una vez terminado el lavado, es importante cuidar también el secado. Puedes usar la secadora a baja temperatura para evitar arrugas, aunque el secado al aire libre sigue siendo la opción más suave y respetuosa con el tejido. En ambos casos, asegúrate de que el delantal esté completamente seco antes de guardarlo.
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