Alfredo Vozmediano, cocinero: "Un truco para que no tengas que volver a picar ajos y lo aprendí en un restaurante"

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El ajo es uno de los ingredientes esenciales en la cocina española, protagonista de guisos, sofritos y adobos. Su sabor inconfundible y sus beneficios para la salud lo convierten en un alimento imprescindible en cualquier despensa. Sin embargo, picarlo a diario puede resultar tedioso para muchos. Para evitar este paso repetitivo, el cocinero Alfredo Vozmediano ha compartido en sus redes un truco que aprendió durante su paso por la alta cocina y que permite ahorrar tiempo sin renunciar al sabor.

Vozmediano, conocido como @avozmechef en redes sociales, acumula experiencia en cocinas de prestigio internacional como Noma, Disfrutar o Maaemo, todos con tres estrellas Michelin. Su objetivo ahora es divulgar técnicas útiles y accesibles para aplicar en casa. Y el ajo, por su presencia en tantas recetas, se convierte en uno de los ingredientes más agradecidos para optimizar su uso. “Este es un truco para que no tengas que volver a picar ajos. Y lo aprendí trabajando en un restaurante”, comienza explicando.

Los trucos del cocinero

El consejo es sencillo pero efectivo. “Pela una cabeza de ajos y ponla en un vaso batidor. Si lo trituras tal cual, se va a subir por los bordes y no queda bien. Lo que tienes que hacer es cubrirlos con agua y triturarlo. Ahora después los cuelas y ya tienes un ajo picado mucho más fino y perfecto que a mano”, detalla el cocinero. Con este método se obtiene una textura más uniforme, ideal para incorporar a cualquier preparación sin perder tiempo en el momento de cocinar.

Una vez triturado y escurrido, el ajo puede congelarse en cubiteras, formando pequeñas porciones individuales listas para usar. De este modo, siempre se tendrá ajo picado a mano, sin necesidad de repetir el proceso cada día. “Y ahora los puedes congelar en cubitos y guardarlos en porciones individuales para simplemente tener que sacarlos y usarlos”, añade Vozmediano.

Pero este no es el único truco que propone. También ofrece una alternativa para quienes prefieren el ajo frito, perfecto para dar un toque crujiente y sabroso a múltiples platos. “Otro truco es freírlos todos a la vez en aceite de oliva a fuego medio y removiendo sin parar hasta que queden así de tostados. Y lo puedes guardar en botes en la nevera durante semanas y echárselo literalmente a todo”, concluye.