Noelia, farmacéutica: "Tú lo que quieres es quitarte el 'bigotillo' y al final vas a acabar con una mancha"

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Noelia, farmacéutica, ha lanzado una clara advertencia sobre un hábito muy común: la depilación con cera en la zona del bigote. Según la experta, esta práctica puede generar más problemas que beneficios, especialmente en una parte del rostro tan delicada y expuesta.

Durante el procedimiento, el arrastre de la cera no solo elimina el vello, sino que también puede desprender las capas más externas de la piel. Esta acción, aparentemente inofensiva, deja la dermis más sensible y desprotegida, lo que la hace especialmente vulnerable a alteraciones como las manchas cutáneas.

Riesgos de la hiperpigmentación

Tal como ha explicado la especialista, esta forma de depilación puede provocar hiperpigmentación. “Esto hace que la zona sea superpropensa a una hiperpigmentación”, advirtió. La consecuencia directa es la aparición de manchas oscuras en un área donde se busca un efecto estético contrario: suavidad y uniformidad.

“Tú lo que quieres es quitarte el bigotillo y vas y acabas con una mancha”

Además, la farmacéutica recuerda que muchas personas buscan eliminar el llamado “bigotillo” sin tener en cuenta el efecto colateral: “Tú lo que quieres es quitarte el bigotillo y vas y acabas con una mancha”. Una contradicción que puede suponer un problema estético duradero si no se toman las precauciones adecuadas.

Mayor riesgo si se utilizan cosméticos con activos

Otro de los factores que agrava la situación es el uso de productos con ingredientes como el retinol. Este componente, muy presente en rutinas de cuidado facial, puede potenciar los efectos adversos si se combina con la cera. “Si lo sumas a que estás utilizando activos potentes como el retinol y vas y te haces la cera, va a salir una mancha casi seguro”, insistió Noelia.

La combinación de agentes exfoliantes con una depilación agresiva deja la piel especialmente expuesta. La fricción, unida a la sensibilidad que provocan algunos ingredientes cosméticos, puede aumentar la posibilidad de una reacción cutánea o una alteración en la pigmentación.

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La importancia de optar por métodos menos agresivos

Las capas superficiales de la piel actúan como una barrera de protección. Cuando se eliminan con procedimientos como la cera, se facilita el paso de agresores externos como la radiación solar o determinados compuestos químicos. Esta situación favorece la aparición de manchas difíciles de tratar.

Ante este panorama, los expertos recomiendan buscar alternativas menos agresivas para eliminar el vello facial. Métodos como las cremas depilatorias específicas, el uso de hilos o incluso el láser pueden ofrecer mejores resultados a largo plazo sin poner en riesgo la salud de la piel.

Consultar con profesionales, la mejor opción

La recomendación final es clara: antes de aplicar cualquier método depilatorio en zonas tan visibles como el rostro, lo ideal es consultar con un profesional. Un diagnóstico dermatológico personalizado permitirá elegir el tratamiento más adecuado según el tipo de piel y los productos que se utilizan en la rutina diaria.

Conocer las consecuencias de cada técnica y adaptar los cuidados es esencial para evitar daños estéticos difíciles de revertir. La depilación no es un gesto inocuo, y cada decisión cuenta a la hora de mantener una piel saludable y libre de manchas.