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Qué es el 'ick' o por qué estás a punto de arruinar esa relación que acabas de comenzar y tanto deseabas
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EL "TOC" SEXOAFECTIVO

Qué es el 'ick' o por qué estás a punto de arruinar esa relación que acabas de comenzar y tanto deseabas

Esta tendencia, basada en una sensación de repulsión que dinamita cualquier posibilidad de avanzar en un vínculo, ha regresado a TikTok. ¿Qué dice de nosotros y de nuestra época?

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Tan solo tres letras referidas a un gesto desafortunado, unas palabras mal dichas o un conjunto de ropa poco apropiada y se acabó. El ick es el nuevo término de moda en el vasto mundo de los contenidos online que versan sobre parejas y relaciones heterosexuales, basado en detalles incómodos que hacen boom en esa primera fase enamoramiento, como una especie de "toc" sexoafectivo que disuelve el deseo de manera instantánea, sin querer ya llegar a nada más o avanzar en la relación.

El ick apareció por primera vez en un reality de la televisión británica cuando uno de los concursantes admitió dejar de sentirse atraído por su pareja ante una banalidad. A medida que han pasado los años, el concepto ha ido ocupando titulares en revistas de tendencias, hasta llegar a formar parte del diccionario Cambridge de la lengua inglesa o la prestigiosa revista TIME con psicólogos y expertos hablando sobre ello. Una serie de Netflix también lo tomó como giro argumental. Pero, más recientemente, el término se ha viralizado en TikTok, con infinidad de vídeos, especialmente de mujeres, en los que ponen ejemplos concretos de cómo dejaron de ver a sus novios como antes a partir de escenas absurdas que ni siquiera pasan por ser conflictos o momentos de vergüenza ajena manifiesta (de lo contrario, la palabra escogida sería lache).

Para conocerlo mejor a través de los vídeos, aquí va una somera lista de los fenómenos que causan ick, recopiladas por una famosa cuenta de TikTok:

  • Llevar una sudadera atada a la cintura
  • No llevar los cordones de los zapatos abrochados
  • Servir una jarra de cerveza
  • Comer edamame
  • Bajar una cuesta andando
  • Meterse en la parte de atrás de un coche muy estrecho y con dificultad
  • Usar un mapa interactivo de un centro comercial
  • Probar la temperatura del agua en una piscina antes de bañarse
  • Usar carrito de la compra
  • Usar el dictado de voz de Siri
  • Mirar por unos prismáticos
  • Hacer la ola con gente
  • Usar una cama elástica
  • Inflar un globo
  • Estornudar, estirarse, taparse los oídos o que los pies cuelguen al estar sentado

¿Cuántas de estas actividades, movimientos o actitudes has hecho más de una vez? Seguramente muchas de ellas. Lo llamativo es que el ick tiene un sesgo de género bastante notorio, en el sentido de que se da mayoritariamente en mujeres. La investigadora Chloe Yin, junto a sus colegas Brian Collisson y Eliana Saunders, publicaron un estudio después de analizar un total de 86 vídeos de TikTok con el hashtag #theick y descubrieron que todo se resumía en hablar mal en determinadas situaciones (a los camareros sobre todo), en no elegir la ropa adecuada o ser un narcisista y un misógino.

Mala educación, misoginia y vergüenza ajena

Tiempo más tarde, los investigadores realizaron otro estudio, esta vez de campo, con 125 hombres y mujeres heterosexuales en el que estrechaban aún más el cerco de lo que se consideraba asqueroso y por qué. En este sentido, principalmente las mujeres sentían ick cuando se enfrentaban a comentarios misóginos de sus contrapartes masculinas o cuando bien estos no se ajustaban del todo a las normas de su género (¿no ser tan masculinos?). Mientras tanto, los hombres suelen sentir repulsión por cuestiones relacionadas con la apariencia física de las mujeres o por comportamientos vergonzosos en público. Sea como sea, los investigadores concluyeron que este fenómeno "creaba expectativas poco realistas en las relaciones y reforzaba estereotipos dañinos, impidiendo que las personas conecten de verdad con sus potenciales parejas".

"El ritmo tecnológico de las citas implica que somos más propensos a descartar la atracción de forma preventiva que a permitir que se desarrolle"

"El gusto y la repulsión tienen que ver con nuestra personalidad, nuestras experiencias y aprendizajes", explica Rafael San Román, terapeuta y autor de ¿Qué le cuento a mi psicólogo? (2024), a este diario. "Estamos entrenados para que ciertas cosas de todo tipo nos atraigan o nos repelan, hay un aprendizaje de eso. También de nuestros umbrales del comportamiento, ya que hay gente muy maniatiática o tiquismiquis y otros a los que les vale todo o pueden disfrutar y sentirse cómodos ante un gran espectro de estímulos". En lo que se refiere a la brecha del género del ick, San Román es muy crítico. "Yo tiendo a desconfiar de estas supuestas diferencias entre hombres y mujeres, quedan muy bien para el clickbait pero tienden a ser bastante sensacionalistas, por no decir conservadoras".

Más en mujeres

Efectivamente, uno de los datos más relevantes es que las mujeres están más predispuestas a sentir el ick, a la vista está que la mayoría de vídeos virales sobre el tema sean de autoría femenina. Kate Lidnsay, periodista de la revista GQ, escribió una interesante columna en la que se preguntaba a qué se debía que tantas mujeres en el mundo estuvieran experimentando molestias por los pequeños defectos de sus contrapartes masculinas. "¿Será una venganza por la larga historia de artistas del ligue que objetivan, escrutan y juzgan a las mujeres?", se preguntaba. "¿O es solo otro ejemplo de cómo internet se está volviendo obsesivo con las tendencias basadas en clichés sobre el género?"

"¿Hay hiperabundancia de opciones? Sí. ¿Esto influye en nuestro nivel de compromiso ante estímulo? Obvio. ¿Eso es bueno o malo? Depende"

"En general, las mujeres que comparten estos vídeos no han sentido repugnancia, al menos en el sentido más radical", resuelve Lidnsay. "Eso se reserva para quienes están realmente enamorados, es decir, para aquellos que han invertido mucho tiempo en una relación. En cambio, los vídeos asquerosos más populares parecen ser publicados por personas con relaciones aparentemente felices y duraderas. Personas que, durante el tiempo que pasan juntas, se encuentran con realidades poco glamurosas que, por desgracia, son inevitables. Los calcetines que usa alguien, su actitud cuando está perdido o su aspecto inflando un globo: todo esto se revela cuando la pareja ha alcanzado cierto grado de intimidad. La popularidad de esta tendencia no refleja que las mujeres tengan una lista ilimitada de hipotéticas infracciones masculinas, sino cómo se encuentran con determinados puntos en común en la extraña, y a veces asquerosa, alegría de compartir tu vida con alguien".

Otro pecado más de la industria del contenido

Por otro lado, cabe preguntarse si en una época tan acelerada como la que vivimos (también en las relaciones) estamos más predispuestos a ver el fallo en las personas que supuestamente nos gustan o deseamos. "El ritmo tecnológico de las citas modernas implica que somos más propensos a descartar la atracción de forma preventiva que a permitir que se desarrolle", asegura Elle Hunt, compañera de Lindsay en GG, en otro artículo publicado en el que visibiliza el ick dentro del espectro masculino. "Al ofrecer una visión limitada de una persona y la ilusión de alternativas ilimitadas, las apps para ligar pueden habernos vuelto demasiados prescriptivos o poco realistas en la búsqueda del amor. Ahora podemos desanimarnos a distancia, y con personas que ni siquiera conocemos, basándonos en unas pocas fotos y sugerencias".

"El sueño de la 'hipernorminalización' de la realidad para satisfacer la industria del contenido produce monstruos"

Cuando le preguntamos a San Román al respecto de si el ick es fruto de esa especie de "FOMO amoroso" impulsado por las apps para ligar, él afirma que el cansancio a la hora de conocer a alguien y profundizar en la relación ha existido siempre. "Lo que ha cambiado es lo que hacemos con ese cansancio: en lugar de asumirlo o aguantarnos, la gente prefiere renovar estímulos", asevera. "¿Hay hiperabundancia de opciones y una presunta facilidad para acceder a ellas? Sí. ¿Esto influye en nuestro nivel de compromiso ante un determinado estímulo? Obvio. ¿Eso es bueno o malo? Depende".

Foto: Solo un tipo normal (y tranquilo).

En cualquier caso, el ick también podría verse como una forma de autosabotaje que desplegamos cuando realmente nos da miedo la conexión intensa que podemos forjar con alguien. Una encuesta realizada en solteros y citada por Hunt resolvió que un 35% de ellos senntían ick cuando alguien parecía demasiado bueno para ser verdad o temían ser lastimados. El amor, cuando va en serio, da miedo, como también concluía Lindsay. De todos modos, el ick parece más el resultado de una industria del contenido ávida de monetizar cualquier historia, especialmente en un mundo tan complejo y especial como son las relaciones amorosas o sexoafectivas. "El sueño de la hipernorminalización de la realidad para satisfacer la industria del contenido produce monstruos", concluye San Román. Y en efecto, lo mejor que podemos hacer con este tipo de tendencias es reflexionar sobre ellas, sin tampoco darles toda la carta de confianza.

Tan solo tres letras referidas a un gesto desafortunado, unas palabras mal dichas o un conjunto de ropa poco apropiada y se acabó. El ick es el nuevo término de moda en el vasto mundo de los contenidos online que versan sobre parejas y relaciones heterosexuales, basado en detalles incómodos que hacen boom en esa primera fase enamoramiento, como una especie de "toc" sexoafectivo que disuelve el deseo de manera instantánea, sin querer ya llegar a nada más o avanzar en la relación.

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