Un barista advierte sobre este terrible error que cometen en muchos bares: "Si ves esto, no pidas un café con leche"

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Tomarse un café en un bar o restaurante es casi una tradición en España. Ya sea por la mañana, antes del trabajo o como sobremesa después de una comida, el café es un ritual que forma parte de nuestro día a día. Sin embargo, hay un pequeño detalle al que casi nadie presta atención y que podría afectar directamente a nuestra salud.

Un experto cafetero y vendedor de la marca Salem ha lanzado una advertencia clara que ha causado revuelo entre los amantes del café: "Si ves esto en un bar donde vas a tomar café, mejor no pidas café con leche. Podría afectarte gravemente a tu salud". Se refiere a la lanceta, el pequeño tubo metálico por donde sale el vapor para calentar o espumar la leche, y que es una parte esencial en la elaboración del café con leche o del cortado.

Lo que pocos saben es que esta pieza puede convertirse en un foco de bacterias si no se limpia correctamente. El barista de Salem lo explica sin rodeos: "Una lanceta bien cuidada tiene que estar limpia, sin restos de leche, sin costra y sin acumulación, seca". Además, insiste en que "después de cada uso se limpia con un paño húmedo y se purga al vapor unos segundos para eliminar cualquier resto que haya quedado dentro. Eso es lo básico, vamos literalmente higiene 1.0".

¿Qué pasa cuando esta limpieza no se realiza?

El experto asegura que lo que suele encontrarse en muchos bares dista bastante de esa práctica básica: "La realidad es que en muchísimos bares y restaurantes la lanceta está llena de restos de leche reseca, costra, pegada y, incluso, acumulaciones que llevan días". Lo preocupante no es solo el aspecto, sino las consecuencias sanitarias. "Cuando la leche se calienta, se degrada rápido y se queda dentro sin limpiar, fermenta, se contamina y puede generar bacterias peligrosas como la listeria, salmonela o incluso E. coli", alerta.

"Imagina que te sirven leche texturizada, con ese residuo dentro. No lo ves, pero te lo estás bebiendo"

El consejo final del experto es tajante, especialmente si observas que ese tubito metálico tiene mal aspecto: "Ahora imagina que te sirven leche texturizada, con ese residuo dentro. No lo ves, pero te lo estás bebiendo". Y concluye con una recomendación para quienes valoran su salud tanto como el sabor del café: "Un despiste lo puede tener cualquiera, claro, pero si ves que esta lanceta está así de mal, mejor pide el café solo o ni eso. Vete a otro sitio". Así que la próxima vez que entres en tu bar habitual, echa un vistazo a la cafetera antes de pedir ese ansiado café con leche. Podría marcar la diferencia entre disfrutarlo… o lamentarlo.