Eva Ruiz, experta en limpieza: "El alcohol es un buen desinfectante. No daña el lacado de las puertas ni las deteriora"

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Las puertas lacadas, especialmente las blancas, son un imán para las huellas, las marcas de agua y el polvo. Mantenerlas como el primer día puede parecer misión imposible, pero existen varios métodos eficaces para devolverles su brillo sin dañarlas. El agua con jabón neutro, el vinagre blanco o los borradores mágicos son algunos de los trucos más sencillos que puedes aplicar en casa para dejarlas impecables. Son soluciones suaves, pero eficaces, ideales para limpiezas frecuentes o para manchas concretas como grasa, huellas o marcas de bolígrafo.

Si optas por el jabón neutro, basta con mezclar unas gotas en agua templada y pasar un paño bien escurrido sobre la puerta. Es ideal para el polvo y las huellas diarias. En cambio, el vinagre blanco diluido a partes iguales con agua se convierte en un aliado perfecto para combatir la grasa, especialmente en puertas cercanas a la cocina. Para manchas más rebeldes, los borradores mágicos, bien humedecidos, pueden ser la solución puntual, siempre con suavidad para no estropear el acabado.

Ahora bien, cuando se busca una limpieza más profunda sin correr el riesgo de estropear el lacado, la solución la aporta Eva Ruiz, una de las voces más seguidas en redes sobre trucos del hogar. En su perfil de Instagram, comparte un método casero que no necesita productos agresivos: "Solo necesitas poner en un pulverizador la mitad de agua y la misma cantidad aproximada de alcohol. Pulverizar sobre un trapo en seco y a darle brillo a la puerta", recomienda la experta, que remarca la importancia de frotar bien "toda la puerta, los marcos y sobre todo hacer hincapié en las manetas".

Lo mejor de este truco es que utiliza un producto que probablemente ya tengas en casa: el alcohol de 96 grados. Según Eva Ruiz, "el alcohol es un buen desinfectante. Además, no daña el lacado de las puertas ni las deteriora", lo que lo convierte en una alternativa segura para mantener las puertas relucientes sin estropearlas. Sin duda, una opción práctica, económica y efectiva para que tus puertas vuelvan a lucir como el primer día.