Jenna Rizzo, experta en adelgazar: "El ejercicio más infravalorado para tu cuerpo y tu mente es salir a caminar 5 veces al día"

La entrenadora Jenna Rizzo ha arrasado en TikTok con un vídeo que resume sus cuatro claves para mantenerse en forma, y una de ellas ha sorprendido a miles de seguidores por su sencillez: andar cinco veces al día. Lejos de rutinas intensas o dietas imposibles, Rizzo apuesta por pequeños hábitos sostenibles que, según cuenta, han transformado su cuerpo y su mente.

“Llevo más de seis años como entrenadora y caminar es el ejercicio más infravalorado que existe”, asegura Jenna en el clip viral. La coach, especializada en transformación femenina, defiende que caminar varias veces al día —al menos cinco— mejora no solo el peso y la figura, sino también la salud cardiovascular y el bienestar mental.

Rizzo insiste en que lo importante es la constancia, no la intensidad. “Puede parecer algo muy simple, pero es tremendamente efectivo”, explica. En su experiencia, los pasos diarios tienen más impacto a largo plazo que muchos entrenamientos breves pero esporádicos.

El poder de la proteína y la hidratación constante

Otro de los pilares de su rutina diaria es consumir al menos 120 gramos de proteína. “Antes pensaba que comer proteína fuera del gimnasio me haría engordar”, confiesa. Sin embargo, tras cambiar sus hábitos alimenticios, los resultados en su cuerpo fueron evidentes: “Este era mi cuerpo entonces, y este es ahora. Así que sí, come proteína”.

A esto suma un principio sencillo pero olvidado: beber agua como si fuera su trabajo. La entrenadora bromea con que su gran secreto antiarrugas no es el bótox, sino la hidratación. “Cuando no bebo agua, mi frente parece una pila de tortitas”, dice entre risas, dejando claro que el agua es, para ella, fuente de juventud.

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Sacrificio no es lo mismo que restricción

La última clave que comparte Rizzo tiene más que ver con la mentalidad que con el entrenamiento físico. “Sacrificio no significa restricción”, afirma. Para ella, cuidar el cuerpo no es decir “no” a todo lo que gusta, sino tener claro lo que se quiere para el futuro. “Si hoy me salto el entrenamiento o me como un trozo de tarta, puede que lo haga, pero sé que mañana me pasará factura”.

Reconoce que este equilibrio entre el autocuidado y el disfrute no lo aprendió de la noche a la mañana, pero que en los últimos años ha conseguido encontrar un punto medio que le permite mantenerse firme sin caer en extremos.