Es noticia
El curioso motivo por el que los cardenales no comerán espárragos durante el cónclave
  1. Alma, Corazón, Vida
RAZÓN PRÁCTICA

El curioso motivo por el que los cardenales no comerán espárragos durante el cónclave

Durante el cónclave para elegir al sucesor de Francisco I, los cardenales siguen una dieta estricta con un detalle llamativo: tienen prohibido comer espárragos. El motivo es más práctico que espiritual

Foto: Un cardenal que asiste al cónclave presta el juramento para guardar el secreto absoluto (EFE/Estado Vaticano/Simone Risoluti)
Un cardenal que asiste al cónclave presta el juramento para guardar el secreto absoluto (EFE/Estado Vaticano/Simone Risoluti)

Durante estas jornadas decisivas, en las que se elegirá al sucesor del papa Francisco, los 133 cardenales electores se alojan en la Domus Sanctae Marthae, donde quedan completamente incomunicados: sin móviles, sin prensa, sin contacto con el exterior. La solemnidad se traslada también a la rutina más mundana, como la alimentación, cuidadosamente diseñada para acompañar el recogimiento espiritual. La dieta se convierte en una herramienta de orden y concentración, donde cada alimento es importante.

Uno de los aspectos menos conocidos de estos días de encierro tiene que ver precisamente con la comida. Aunque los menús están pensados para ser saludables y sencillos, hay una curiosidad alimentaria que ha sorprendido a muchos: los espárragos están terminantemente prohibidos durante el cónclave. Una decisión que no responde al gusto ni a caprichos, sino a una razón práctica y casi química, tal y como informa el diario italiano Corriere della Sera.

Una verdura vetada por respeto mutuo

Pese a ser un alimento saludable, los espárragos no forman parte del menú que se sirve a los cardenales durante el cónclave. La razón tiene que ver con los compuestos de azufre que contiene esta verdura, como el ácido asparagusico, que tras ser metabolizados provocan un olor fuerte y penetrante en la orina.

Foto: esparragos-verdes-multiples-propiedades

Dado que los baños de la Casa Santa Marta son compartidos y se busca preservar un ambiente de recogimiento y respeto, se ha optado por eliminar de la dieta cualquier alimento que pueda generar incomodidades olfativas. Así lo explicó el liturgista Nicola Bux, quien subraya que se trata de una decisión práctica en un entorno espiritual.

Además de esta peculiar prohibición, los cardenales tampoco pueden consumir alimentos rellenos o cerrados, como empanadas, pasteles o canelones. Esta norma existe desde el siglo XIII, con el fin de evitar que se puedan ocultar mensajes en la comida, garantizando así la pureza y el secreto del proceso.

El menú ha sido elaborado por el nutricionista Giorgio Calabrese, especializado en Ciencias de la Alimentación. Su propuesta incluye desayunos ligeros con tostadas, mermelada, café o té; almuerzos con pasta o risotto, pescado a la plancha y verduras; y cenas aún más frugales con jamón cocido o sardinas, tal y como infoman desde la página Gambero Rosso. Se permite una copa de vino, siempre en vasos de cristal transparente, por motivos de seguridad.

Un origen medieval y una dieta con historia

El vínculo entre comida y cónclave no es nuevo. Se remonta al siglo XIII, cuando el cónclave más largo de la historia —celebrado entre 1268 y 1271— se prolongó durante casi tres años. Tras ese episodio, el recién elegido Papa Gregorio X impulsó una reforma para acelerar el proceso de elección.

A través de la constitución apostólica Ubi Periculum, promulgada en 1274, se establecieron normas muy estrictas: si a los tres días no se elegía un Papa, se reducía el número de comidas al día; si a los cinco días no había acuerdo, solo se permitía pan, agua y vino. El hambre se convirtió en una forma de presión para llegar a una decisión.

No se trata solo de alimentación, sino de crear un entorno donde el discernimiento espiritual prime por encima del confort

La historiadora Mila Fumini recuerda que “todo en el cónclave tiene un objetivo: elegir al nuevo Papa lo antes posible”. Así, incluso la dieta refleja ese propósito. Hoy, los cardenales no enfrentan la penuria del pasado, pero sí se rigen por normas de sobriedad y simbolismo. Y entre esas normas, el espárrago no tiene cabida.

Durante estas jornadas decisivas, en las que se elegirá al sucesor del papa Francisco, los 133 cardenales electores se alojan en la Domus Sanctae Marthae, donde quedan completamente incomunicados: sin móviles, sin prensa, sin contacto con el exterior. La solemnidad se traslada también a la rutina más mundana, como la alimentación, cuidadosamente diseñada para acompañar el recogimiento espiritual. La dieta se convierte en una herramienta de orden y concentración, donde cada alimento es importante.

Vaticano Alimentos Iglesia Papa Francisco
El redactor recomienda