Núria Forteza, podóloga: "La clave es que los bebés vayan descalzos el mayor tiempo posible"

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Núria Forteza, podóloga y creadora de contenido en redes sociales, lanza una advertencia clara: “La clave va a ser que los bebés vayan descalzos el mayor tiempo posible”. Según la experta, los primeros pasos de un niño no solo implican movimiento, sino también desarrollo sensorial y neuromotor.

Los pies, explica, poseen una sensibilidad comparable a la de las manos. Por ello, permitir que los pequeños experimenten el entorno a través de ellos es fundamental para su maduración. “Igual que dejamos que exploren el mundo a través de sus manos, también debemos dejar que lo hagan a través de sus pies”, recalca Forteza.

Explorar descalzos potencia el desarrollo

El contacto directo con el suelo estimula el equilibrio, fortalece la musculatura y favorece la coordinación. Por eso, dentro del hogar lo más recomendable es que los niños permanezcan sin calzado o, en su defecto, con calcetines antideslizantes, que aportan libertad de movimiento y evitan caídas.

Esta postura se alinea con una corriente en auge entre profesionales de la salud infantil: apostar por un desarrollo lo más natural posible. Para ello, eliminar las barreras innecesarias, como los zapatos en etapas tempranas, se convierte en una prioridad.

Cuándo y cómo deben calzarse

La cuestión sobre cuándo es adecuado empezar a utilizar calzado tiene una respuesta concreta. Según la podóloga, este paso debe darse cuando el niño comience a caminar fuera de casa. Solo entonces es necesario proteger los pies de superficies irregulares, temperaturas bajas o posibles objetos peligrosos.

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Ahora bien, el tipo de zapato también importa. Forteza insiste en que debe tratarse de un calzado respetuoso: ligero, flexible y con suela fina, que no restrinja el movimiento ni interfiera en la pisada natural. Este tipo de calzado acompaña el aprendizaje del paso sin limitarlo.

Un enfoque respetuoso con la infancia

Los consejos de Núria Forteza contribuyen a una visión más consciente del crecimiento infantil. Apostar por lo sencillo, por lo intuitivo, puede ser la clave del éxito. En este sentido, permitir que el niño se relacione con el mundo sin filtros ni artificios resulta no solo lógico, sino recomendable desde un punto de vista profesional.

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“Los zapatos pueden esperar”, insiste la especialista, recordando que cada estímulo que los bebés reciben durante sus primeros meses de vida influye decisivamente en su desarrollo posterior. Y nada estimula más que el contacto directo con el entorno.