Cómo ayuda la miel a reducir el acné y calmar la piel de forma natural

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La miel no solo es un remedio tradicional para aliviar la garganta, sino que también puede desempeñar un papel esencial en el cuidado de la piel. Gracias a su composición rica en antioxidantes y compuestos antimicrobianos, se ha convertido en un ingrediente natural altamente valorado para reducir el acné y mejorar la salud cutánea.

Desde hace miles de años, este producto elaborado por las abejas melíferas se utiliza con fines alimentarios y medicinales. Como así destaca una revisión científica de la revista Nutrition & Metabolism, "el uso de la miel natural como alimento y medicina por la humanidad ha existido desde tiempos inmemoriales". Existen dos tipos de miel según su origen: la de flores, elaborada a partir del néctar, y la mielada o de bosque, producida con los exudados de insectos como los áfidos. Ambos tipos están compuestos mayoritariamente por azúcares, agua, vitaminas del grupo B y minerales, además de contener aminoácidos, proteínas y sustancias con propiedades antibióticas como la inhibina.

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Silvia López

Uno de los aspectos más destacados de la miel es su capacidad energética. Contiene fructosa en grandes cantidades, lo que la hace más dulce que otros edulcorantes. Sin embargo, lo que realmente marca la diferencia es su contenido en polifenoles, compuestos vegetales que actúan como antioxidantes. Estos elementos neutralizan las especies reactivas del oxígeno, moléculas que pueden dañar las células y favorecer el envejecimiento o enfermedades como la diabetes tipo 2 y las cardiopatías. Cuanto más oscura es la miel, mayor suele ser su concentración de antioxidantes.

Los beneficios de la miel en la piel

Como explica Healthline, la miel cruda sin pasteurizar puede ofrecer múltiples beneficios al aplicarse directamente sobre el rostro. Su capacidad para reducir bacterias, exfoliar y acelerar la curación la convierte en una alternativa eficaz para tratar el acné, los eczemas y la psoriasis. Además, ayuda a equilibrar el microbioma cutáneo, controlando el crecimiento de microorganismos como la cándida.

La miel de Manuka ha sido objeto de investigaciones que respaldan su utilidad en el tratamiento del acné, mostrando resultados más eficaces que productos cosméticos convencionales. "La miel acelera el proceso de curación de las células cutáneas", explican desde el portal de salud, señalando que incluso se emplea en centros médicos para tratar heridas.

Mascarilla de miel para la cara

Este producto puede utilizarse de varias formas: en forma de pasta localizada, como tratamiento puntual o como mascarilla facial. Para obtener resultados óptimos, es imprescindible utilizar miel sin pasteurizar, ya que conserva sus bacterias beneficiosas. Estas activan el sistema inmunológico de la piel, reduciendo la inflamación, el enrojecimiento y favoreciendo la cicatrización.

Una opción popular es la mezcla de miel y canela. Para prepararla, se recomienda combinar tres partes de miel con una parte de canela, calentarla suavemente y aplicarla en el rostro durante unos diez minutos. Luego, se aclara con agua tibia. Antes de su aplicación completa, se aconseja hacer una prueba de alergia en una pequeña zona de la piel, especialmente si se sospecha de sensibilidad a la canela.

El uso de productos naturales o de suplementos para mejorar nuestra salud y bienestar están siempre condicionados a nuestro estado físico y a las posibles patologías que tengamos en el momento de consumirlos. Al margen de estas recomendaciones generales de expertos a la población, para utilizarlos correctamente debemos siempre consultar previamente con un especialista.