El sencillo truco para lavar cortinas de ducha en la lavadora para que no se estropeen

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Las cortinas del baño tienden a acumular restos de jabón, humedad y moho, y si no se lavan con frecuencia pueden convertirse en un foco de malos olores y bacterias. Afortunadamente, mantenerlas impecables es más fácil de lo que parece si conoces los mejores consejos y trucos para lavarlas en la lavadora sin que se estropeen. Tanto si son de plástico como de tela, hay una serie de recomendaciones que debes seguir para conservarlas limpias y en buen estado, alargando así su vida útil y la higiene de tu baño.

En primer lugar, es fundamental revisar de qué material está hecha la cortina antes de meterla en la lavadora. Aunque muchas están fabricadas en plástico o vinilo, también existen modelos de tela que requieren otro tipo de tratamiento. En cualquier caso, siempre es recomendable comprobar la etiqueta de lavado, ya que no todas admiten los mismos productos ni el mismo tipo de secado. Las cortinas con imanes en la base, por ejemplo, también suelen poder lavarse a máquina sin problema.

Cómo lavar la cortina de la ducha en la lavadora

Una vez desmontada, conviene introducir la cortina sola o acompañada de un par de toallas viejas. Este truco ayuda a que se frote suavemente la superficie durante el lavado, eliminando restos de suciedad sin dañar el material. Es muy importante seleccionar un programa de lavado delicado, con agua templada y un centrifugado suave.

Si se trata de una cortina de plástico, este paso es especialmente importante para evitar que se deforme. Para mejorar el resultado, se puede añadir al detergente habitual media taza de bicarbonato de sodio y, durante el aclarado, incorporar media taza de vinagre blanco. Esta combinación contribuye a desinfectar y eliminar los hongos o manchas de humedad más resistentes.

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P. M.

Respecto al secado, es preferible evitar la secadora, sobre todo si la cortina es de vinilo o tiene recubrimientos plásticos. En su lugar, basta con sacudirla al terminar el lavado y colgarla directamente en la barra de la ducha para que se seque al aire. Si la cortina es de tela y la etiqueta lo permite, sí podría utilizarse la secadora, pero siempre en un programa de baja temperatura.

Limpiar las cortinas de ducha de forma periódica, al menos una vez cada dos o tres meses, no solo mejora el aspecto general del baño, sino que también previene la proliferación de bacterias, hongos y moho. Además del lavado de la cortina en sí, conviene no olvidar los anillos o ganchos que la sujetan. Estos también pueden acumular suciedad, por lo que se recomienda sumergirlos en agua caliente con un poco de detergente durante unos minutos, frotarlos suavemente si es necesario y aclararlos bien antes de volver a colocarlos.