Esta española cuenta cómo es vivir en un país que está en 2018 y tiene prohibidas las corbatas: "Símbolo de futurismo"

¿Te imaginas vivir en un país donde no existe Netflix, las corbatas están prohibidas y oficialmente viven en el año 2018? Así describe la tiktoker española Lia Lois su experiencia en este país del noreste de África que destaca por su hermetismo, sus tradiciones arraigadas y un sistema político extremadamente controlado.

Uno de los datos que más sorprenden es su sistema horario. "Siguen el calendario etíope, que tiene 13 meses y están siete años por detrás del calendario georgiano", explica Lia en su vídeo. Además, el día no empieza a medianoche como en la mayoría de países del mundo, sino a las seis de la mañana. "Si vas a quedar con alguien, entérate bien de a qué hora estás quedando", bromea.

Desde los años 90, las corbatas están prohibidas en Eritrea. El motivo no es estilístico, sino ideológico: se consideran un símbolo del colonialismo europeo. Este veto se suma a otras curiosidades del día a día como la manera en que los niños llaman a los adultos: aplaudiendo, en lugar de decir "oye" o utilizar el nombre de la persona.

Asmara, una capital de estética retrofuturista

La capital, Asmara, es una joya del modernismo y el futurismo arquitectónico. "Así luce el resto de la ciudad", añade. Los edificios evocan un aire nostálgico, pero también visionario, que ha convertido a la ciudad en una cápsula del tiempo.

Sin redes, sin franquicias

La desconexión es total: "La mayoría de la gente no tiene internet, así que si quieren conectarse deben ir a un cibercafé o locutorio", señala Lia. Tampoco existen plataformas de streaming ni cadenas internacionales. “Olvídate de HBO o Netflix. Hay solo un canal de televisión, y está controlado por el gobierno”, explica. Las grandes marcas de comida rápida también están ausentes. “No hay Burger King, McDonald's ni Coca-Cola. Todo es comida casera y local”.

Pese al aislamiento, hay detalles culturales que reflejan cercanía. “Si te dan comida directamente en la boca, no te asustes. Es un símbolo de cariño y amistad”, cuenta la tiktoker. Sin embargo, esta calidez contrasta con el carácter opresivo del régimen. “El servicio militar es obligatorio y muchas veces indefinido. Es uno de los países con mayor violación de los derechos humanos en el mundo”, advierte.