Cuál es la bebida que reduce la presión arterial, ayuda a controlar el azúcar en sangre y mejora el rendimiento deportivo

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El zumo de remolacha ha ganado atención en los últimos años por sus potenciales beneficios para la salud cardiovascular, metabólica y cognitiva. Esta raíz es una fuente rica en nitratos naturales, que al metabolizarse en el cuerpo se convierten en óxido nítrico, una molécula que favorece la dilatación de los vasos sanguíneos. Este proceso mejora el flujo sanguíneo y tiene un efecto directo en la reducción de la presión arterial. Algunos estudios señalan descensos de hasta 9 mmHg en la presión sistólica tras su consumo regular, lo que podría disminuir el riesgo de ictus e infartos.

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P. C.

Además del impacto en la circulación, el zumo de remolacha podría desempeñar un papel en el control del azúcar en sangre y la salud metabólica. Aunque su sabor dulce podría hacer pensar lo contrario, su carga glucémica es baja y contiene antioxidantes como las betalaínas, que tienen propiedades antiinflamatorias. Estas sustancias, responsables del color intenso de la remolacha, han mostrado capacidad para neutralizar radicales libres y proteger células frente al estrés oxidativo, según investigaciones preliminares en laboratorio. Incluso se ha estudiado su efecto sobre células cancerosas en modelos de laboratorio.

En el ámbito del rendimiento físico, los beneficios también son destacables. El óxido nítrico favorece una mejor distribución del oxígeno durante el ejercicio, lo que puede mejorar la resistencia y la eficiencia muscular. Ensayos realizados en deportistas han mostrado aumentos en la velocidad y la capacidad aeróbica tras ingerir zumo de remolacha unas horas antes del esfuerzo. En algunos casos, la mejora de rendimiento alcanzó el 16%, con una percepción de esfuerzo menor en comparación con los grupos de control. Este efecto ha sido especialmente valorado por atletas de élite y participantes en pruebas de alta intensidad.

Por otro lado, el zumo de remolacha parece influir positivamente en el funcionamiento cerebral, especialmente en personas mayores. Se ha observado un incremento en el flujo sanguíneo hacia la corteza prefrontal, lo que podría favorecer la agilidad mental y la capacidad de toma de decisiones. También se ha vinculado su consumo con cambios beneficiosos en la microbiota oral que favorecen la producción de óxido nítrico. Consumir dos o tres remolachas al día, o una dosis equivalente en jugo, parece suficiente para notar efectos, siempre que se preserve su contenido de nitrato durante la preparación, evitando métodos de cocción que impliquen hervir la verdura en agua.