Gemma Nice, sexóloga: “No debes tener miedo al placer sexual, recíbelo con los brazos abiertos"

El placer femenino sigue rodeado de mitos y silencios, a pesar de que cada vez se habla más de sexualidad en público. Para Gemma Nice, experta en relaciones y bienestar íntimo, el camino hacia una vida sexual plena comienza por conocerse a una misma sin tabúes. "No debes tener miedo al placer sexual, recíbelo con los brazos abiertos”, ha señalado en unas declaraciones recientes recogidas por The New York Post.

Según la National Library of Medicine, entre el 10% y el 15% de las mujeres nunca ha tenido un orgasmo. Una cifra que, para la sexóloga, refleja una desconexión entre las mujeres y su propio cuerpo. Por eso, insiste en que “cuanto más entendamos cómo funcionamos, más satisfactorias y empoderadoras serán nuestras experiencias sexuales”.

Nice defiende la masturbación como herramienta de autoconocimiento. Recomienda experimentar en solitario, probar diferentes tipos de presión, movimientos circulares y ritmos para descubrir qué provoca placer real. “Familiarizarse con lo que te gusta hará que los orgasmos sean más intensos y naturales”, sostiene. Uno de los recursos que sugiere es el uso de juguetes sexuales, algo que muchas mujeres siguen evitando por prejuicios o desconocimiento. Ella promueve una visión más libre y lúdica del erotismo. Para ella, la exploración íntima no solo debe normalizarse, sino celebrarse.

“Respirar profundamente, mantener la boca abierta y dejar salir los gemidos naturales puede potenciar el clímax”

Entre sus técnicas favoritas está el “edging”, un método que consiste en acercarse al orgasmo para luego frenarlo varias veces antes del clímax final. Esta práctica, explica, permite “intensificar las sensaciones y prolongar el placer, hasta lograr un final explosivo y de cuerpo completo”. Aunque no todas alcanzan el orgasmo con penetración, Nice no descarta el potencial de la estimulación cervical. Reconoce que al principio puede resultar incómoda, por lo que aconseja ir despacio y practicar respiraciones profundas. Con el tiempo, “puede convertirse en una experiencia única que genera sensaciones cálidas y envolventes en el núcleo del cuerpo”.

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Ada Nuño

tra técnica que destaca es el trabajo de respiración tántrica, que permite aumentar el flujo sanguíneo y activar los músculos pélvicos. Para ello, recomienda tumbarse y contraer el suelo pélvico al ritmo de la respiración. “Este tipo de respiración ayuda a conectar más con el cuerpo y a intensificar cada sensación durante el sexo”, afirma.

Y no todo es físico: el sonido también importa. Gemma Nice sugiere que vocalizar durante el acto, aunque sea con suspiros o exhalaciones, puede aumentar el placer y favorecer el orgasmo. Al hacerlo, se estimula el nervio vago, lo que ayuda al cuerpo a relajarse y entregarse al momento. “Respirar profundamente, mantener la boca abierta y dejar salir los gemidos naturales puede potenciar el clímax”, explica. Para esta especialista, la clave está en liberarse del juicio y reconectar con el cuerpo. Solo así se puede transformar el placer en una experiencia natural, placentera y poderosa.