Cómo diferenciar un psicópata de un sociópata: la explicación del psicólogo David Lykken para saber a quién te estás enfrentando
Una de ellas está más relacionada con el cerebro, mientras que otra lo hace más con el entorno
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Aunque los términos "psicópata" y "sociópata" se usan a menudo como si fueran sinónimos, el psicólogo David T. Lykken advierte que no significan lo mismo. Ambos conceptos pertenecen a un trastorno mayor, el de personalidad antisocial, pero sus diferencias son clave si queremos entender sus comportamientos y motivaciones.
Los psicópatas suelen ser fríos, encantadores y poco ansiosos. Pueden mantener trabajos estables y, si delinquen, lo hacen de forma calculada. En cambio, los sociópatas tienden a ser impulsivos, con reacciones violentas y dificultades para mantener un empleo o adaptarse a las normas sociales.
La ciencia apunta a que la biología pesa más en la psicopatía: genes, diferencias en el cerebro y traumas tempranos influyen en cómo estas personas procesan emociones como la culpa o el miedo. Su amígdala, por ejemplo, suele reaccionar poco ante estímulos estresantes, lo que les permite mantener la calma incluso en situaciones extremas.
Por otro lado, la sociopatía está más relacionada con el entorno. Infancias marcadas por violencia, negligencia o disciplina caótica pueden provocar que una persona desarrolle rasgos antisociales como respuesta de supervivencia. La parte frontal del cerebro, clave en la toma de decisiones, también suele estar alterada en estos casos.
Una lista de criterios para definirlo
Uno de los métodos más eficaces para identificar estos perfiles es la conocida lista PCL-R, que ayuda a diferenciar perfiles mediante 20 criterios relacionados con el comportamiento, la empatía o la impulsividad. Cuanto más alta es la puntuación, mayor es la presencia de rasgos psicopáticos o sociopáticos.
El psicópata manipula sin remordimientos y es capaz de fingir empatía si eso le acerca a su objetivo. El sociópata, en cambio, tiene reacciones más viscerales y es propenso a estallar de ira. Mientras uno puede mantener una fachada respetable, el otro suele tener más conflictos abiertos con la ley.
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A nivel laboral, algunos psicópatas triunfan en el mundo corporativo gracias a su carisma y frialdad para tomar decisiones. No es raro encontrar altos cargos con estos rasgos. En cambio, los sociópatas tienen más dificultades para mantenerse en un puesto debido a su falta de control emocional.
Aunque hay una relación entre estos trastornos y el crimen, no todos son delincuentes. Muchos viven en sociedad sin problemas legales, y etiquetarlos puede llevar a prejuicios. De hecho, se ha demostrado que los acusados a quienes se les asigna una etiqueta de "psicópata" reciben sentencias más duras, sobre todo si son personas racializadas.
Para saber si estás frente a un psicópata o un sociópata, Lykken propone fijarse en las claves emocionales y en la intención detrás de sus actos. "Un psicópata planea con frialdad, mientras un sociópata reacciona sin pensar", resume. La diferencia no está solo en lo que hacen, sino en cómo lo hacen y por qué.
Aunque los términos "psicópata" y "sociópata" se usan a menudo como si fueran sinónimos, el psicólogo David T. Lykken advierte que no significan lo mismo. Ambos conceptos pertenecen a un trastorno mayor, el de personalidad antisocial, pero sus diferencias son clave si queremos entender sus comportamientos y motivaciones.