¿Qué hacer si tu cachorro llora por la noche? Este entrenador de perros tiene la solución

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Muchos cachorros lloran por la noche al quedarse solos en casa, generando angustia tanto para ellos como para sus dueños. Este comportamiento, habitual durante las primeras semanas de vida de un perro, responde a una necesidad de compañía, seguridad y adaptación al nuevo entorno, pues han sido separados de su madre y de su camada. No obstante, existen métodos efectivos para manejar esta situación sin recurrir a castigos ni a estrategias que aumenten el estrés del animal.

Manuel, entrenador profesional de Canine Service, ha compartido a través de un vídeo de TikTok un enfoque progresivo que ayuda a los cachorros a ganar autonomía emocional sin trauma. Su propuesta consiste en crear una zona de referencia, un espacio delimitado dentro del hogar donde el animal pueda sentirse tranquilo y protegido. Esta área, que puede ser un corralito de niños, una camita o una jaula especial, debe estar equipada con objetos que estimulen la calma, como mantas, juguetes de olfato o huesos para roer, evitando así la sobreexcitación y el miedo a la separación.

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P. Díaz

El papel de la zona de referencia

El objetivo de este espacio es que el cachorro lo asocie con momentos de tranquilidad, descanso y actividades de baja intensidad emocional. “Hay que enseñarle al cachorro a permanecer en esta zona de manera calmada”, explica el entrenador, quien subraya la importancia de que el perro aprenda a disfrutar de su compañía sin necesitar estímulos externos constantes. Esta estrategia se ha mostrado eficaz no solo durante las noches, sino también durante las ausencias breves a lo largo del día.

Una vez consolidada la asociación positiva con esta zona, se recomienda introducir la distancia de forma gradual. Es decir, el dueño debe alejarse durante cortos periodos, aumentando poco a poco el tiempo en función del nivel de adaptación del animal. De esta manera, el cachorro aprenderá a gestionar su soledad sin angustia, lo que reducirá de forma significativa los llantos nocturnos.

Además, resulta eficaz apostar por una rutina estructurada, mantener horarios estables y ofrecer al animal un entorno predecible y seguro. La paciencia, la coherencia y el refuerzo positivo son claves para lograr una adaptación saludable durante esta etapa fundamental del desarrollo.