Ni el emmental ni el de oveja: estos son los quesos que son mejores para adelgazar y fortalecer la salud
Pocos lo saben, pero algunos de los productos más sabrosos del supermercado también pueden ser aliados en una dieta equilibrada. La clave está en saber cuáles elegir y cómo consumirlos
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F46c%2F71a%2F0a3%2F46c71a0a3244491bc35730bf70baf200.jpg)
No todos los quesos engordan ni perjudican la salud. Aunque su fama como alimento calórico es bien conocida, lo cierto es que el queso puede formar parte de una dieta saludable si se elige bien y se consume con moderación. El queso es una fuente rica en proteínas de alta calidad, calcio, fósforo, vitamina B12 y otros nutrientes esenciales para mantener los huesos fuertes, favorecer la salud muscular y mejorar la función neurológica.
Además, algunos quesos contienen probióticos naturales que ayudan a equilibrar la flora intestinal y fortalecen el sistema inmunológico. Eso sí, no todo es positivo. Muchos quesos tienen un alto contenido en grasas saturadas y sodio, lo que puede afectar la salud cardiovascular si se consumen en exceso. Por eso, es clave prestar atención tanto al tipo de queso como a la cantidad que se incluye en la dieta.
En el contexto de la pérdida de peso, los quesos con alto contenido en proteínas y bajo en grasas pueden ser aliados eficaces, ya que favorecen la saciedad, reducen los picos de hambre y ayudan a mantener la masa muscular durante una dieta hipocalórica. La clave está en elegir los más adecuados, como los que recomiendan varios expertos en nutrición consultados por el portal estadounidense Delish.
Mozzarella, una opción ligera
La mozzarella encabeza la lista de los quesos más saludables gracias a su perfil nutricional. Contiene solo seis gramos de grasa por cada ración de 28 gramos y es rica en proteínas, calcio, fósforo y zinc. La nutricionista Jennifer Altman destaca que es una excelente fuente de nutrientes esenciales para la salud ósea. Además, este queso incorpora Lactobacillus casei y Lactobacillus fermentum, dos probióticos que favorecen la flora intestinal y mejoran la digestión.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fb67%2Ff03%2Fe51%2Fb67f03e51849413d922600d4bf1c807d.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fb67%2Ff03%2Fe51%2Fb67f03e51849413d922600d4bf1c807d.jpg)
Queso de cabra, más fácil de digerir
Aunque su sabor no es del gusto de todos, el queso de cabra tiene ventajas claras frente a otros quesos curados. Está elaborado con leche de cabra, que contiene menos lactosa y más ácidos grasos de cadena corta. Según la científica alimentaria Rosemary Trout, esto lo hace "más reactivo metabólicamente", lo que significa que el cuerpo tiende a almacenarlo menos como grasa. Kim Yawitz, nutricionista, añade que sus grasas se digieren más rápido, provocando mayor sensación de saciedad.
Requesón, el favorito para quienes buscan perder peso
Este queso fresco y cremoso ha sido considerado durante décadas como un alimento de dieta, y con razón. Una taza puede aportar hasta 24 gramos de proteínas, lo que lo convierte en una opción ideal para mantener la masa muscular mientras se pierde grasa corporal. Además, muchas marcas de cottage cheese incluyen bacterias probióticas que fortalecen el sistema inmunológico y mejoran el tránsito intestinal, explica Yawitz.
Parmesano, pequeño pero potente
Con solo una pequeña cantidad, este queso aporta mucho sabor y valor nutricional. Una onza de parmesano proporciona 10 gramos de proteínas y unos 335 mg de calcio. Aunque su contenido en sal es elevado y no se recomienda en grandes cantidades para personas sensibles al sodio, su intensidad de sabor permite consumirlo con moderación sin renunciar a sus beneficios, según destaca Altman.
Queso suizo, un superalimento
El característico queso con agujeros, también conocido como suizo o tipo gruyère, ha sido calificado como “superalimento” por su contenido en Propionibacterium freudenreichii, un probiótico que según Yawitz puede reducir la inflamación, reforzar el sistema inmune y ralentizar el envejecimiento. Además, aporta vitamina B12, calcio y fósforo, todos esenciales para mantener huesos fuertes y un metabolismo equilibrado.
No todos los quesos engordan ni perjudican la salud. Aunque su fama como alimento calórico es bien conocida, lo cierto es que el queso puede formar parte de una dieta saludable si se elige bien y se consume con moderación. El queso es una fuente rica en proteínas de alta calidad, calcio, fósforo, vitamina B12 y otros nutrientes esenciales para mantener los huesos fuertes, favorecer la salud muscular y mejorar la función neurológica.