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Esto es lo que sucede cuando una mosca se posa en tu comida: todo un "cóctel de suciedad"
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Esto es lo que sucede cuando una mosca se posa en tu comida: todo un "cóctel de suciedad"

Lo que parece una simple molestia al volar sobre tu plato puede convertirse en un riesgo real para la salud, según advierten científicos especializados en enfermedades transmitidas por insectos comunes

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Un simple gesto tan cotidiano como apartar una mosca del plato podría no ser suficiente. Lo que muchos consideran una molestia sin mayor importancia puede suponer un auténtico riesgo para la salud, según advierten entomólogos y estudios recientes. Y es que estos insectos no solo revolotean por la comida: hacen mucho más.

La Musca domestica, más conocida como mosca común, no tiene aguijón ni dientes. Para alimentarse, no mastica, sino que convierte su comida en líquido utilizando su propia saliva y otros fluidos corporales. Así lo explican diversos expertos, entre ellos Jeff Scott, entomólogo de la Universidad de Cornell, quien ha señalado al Daily Mail que las moscas “son portadoras de cualquier microorganismo patógeno desagradable que puedas imaginar”.

Cuando se posan sobre un alimento, las moscas escupen y vomitan sobre él para descomponerlo y poder absorberlo. Y mientras se alimentan, también defecan, y si son hembras, incluso pueden depositar huevos.

Una bomba de bacterias

Más allá de lo asqueroso, lo preocupante es el lugar del que provienen estos insectos. Las moscas domésticas suelen alimentarse en basura, restos orgánicos en descomposición o incluso excrementos. En esos entornos recogen virus, bacterias y otros agentes infecciosos que, al posarse sobre tu plato, podrían ser transmitidos sin que lo notes.

Los expertos recomiendan cubrir bien los alimentos, sobre todo si se está al aire libre

De hecho, según los estudios más recientes, las patas de las moscas son una de las principales vías de contagio. Un simple contacto con tu ensalada o sándwich podría bastar para transferir microorganismos que provocan enfermedades.

Aunque a simple vista no parezca grave, la recomendación general es clara: si una mosca ha tocado tu comida, lo más prudente es no comerla. Scott recuerda que estos insectos pueden dejar una auténtica “bomba biológica” sobre tu plato, y ni siquiera una breve visita está libre de riesgo. Para evitar este tipo de situaciones, los expertos recomiendan cubrir bien los alimentos, sobre todo si se está al aire libre, y solicitar un nuevo plato si se detectan moscas en el entorno de un restaurante. Lo que parece un gesto exagerado puede ser, en realidad, una medida de precaución muy sensata.

Un simple gesto tan cotidiano como apartar una mosca del plato podría no ser suficiente. Lo que muchos consideran una molestia sin mayor importancia puede suponer un auténtico riesgo para la salud, según advierten entomólogos y estudios recientes. Y es que estos insectos no solo revolotean por la comida: hacen mucho más.

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