El día de 1893 en el que el Tribunal Supremo de los EEUU se vio obligado a decir si el tomate era fruta u hortaliza
Uno de los debates más curiosos de la alimentación tiene siglos de historia y ha llegado incluso a los tribunales. La ciencia, la cocina y la ley no se ponen de acuerdo
Pocas dudas alimenticias generan tanta conversación como la eterna cuestión del tomate: ¿es una fruta o una hortaliza? A primera vista, podría parecer una simple cuestión de gustos o costumbres, pero detrás hay ciencia, historia e incluso decisiones judiciales. Según la botánica, el tomate es una fruta. Así lo explica la ciencia vegetal, que considera fruta a toda parte de la planta que se desarrolla a partir del ovario de una flor y contiene semillas. Bajo esta definición, el tomate cumple todos los requisitos para ser considerado una fruta, igual que las manzanas, los melones o los albaricoques.
Sin embargo, la respuesta no es tan sencilla fuera del laboratorio. En 1893, el Tribunal Supremo de Estados Unidos se vio obligado a intervenir en este debate, tras una disputa fiscal, como relata la revista Best Life. El importador John Nix argumentó que los tomates debían clasificarse como fruta, lo que los eximía de ciertos aranceles aplicables a las hortalizas. Pero los jueces dictaminaron lo contrario, alegando que en el lenguaje común, tanto entre vendedores como consumidores, el tomate se consideraba una hortaliza.
La lógica nutricional también inclina la balanza hacia el lado vegetal. Según los nutricionistas, aunque el tomate contiene semillas, carece del nivel de fructosa característico de muchas frutas como las naranjas o las uvas. Además, su sabor menos dulce y su uso habitual en platos salados lo acercan más a las verduras que al repertorio de frutas que solemos ver en postres o mermeladas.
El tomate contiene licopeno, vitamina C, betacarotenos y otros antioxidantes que lo convierten en un alimento funcional
Las contradicciones no acaban ahí. Algunos estados de EE. UU. han tomado posturas propias, con Tennessee proclamando el tomate como fruta oficial, mientras que Nueva Jersey lo reconoce como su verdura estatal. Arkansas, directamente, decidió no mojarse: lo declaró a la vez fruta y hortaliza oficial. Más allá de definiciones, el tomate sigue ganando terreno en nuestras mesas por sus cualidades saludables. Contiene licopeno, vitamina C, betacarotenos y otros antioxidantes que lo convierten en un alimento funcional, según apuntan publicaciones especializadas en nutrición.
Pocas dudas alimenticias generan tanta conversación como la eterna cuestión del tomate: ¿es una fruta o una hortaliza? A primera vista, podría parecer una simple cuestión de gustos o costumbres, pero detrás hay ciencia, historia e incluso decisiones judiciales. Según la botánica, el tomate es una fruta. Así lo explica la ciencia vegetal, que considera fruta a toda parte de la planta que se desarrolla a partir del ovario de una flor y contiene semillas. Bajo esta definición, el tomate cumple todos los requisitos para ser considerado una fruta, igual que las manzanas, los melones o los albaricoques.