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¿Por qué mi planta de jazmín huele mal? No es tu imaginación, es ciencia
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EL LADO OSCURO DEL JAZMÍN

¿Por qué mi planta de jazmín huele mal? No es tu imaginación, es ciencia

El jazmín es una flor de aroma muy valorado en todo el mundo, aunque en ocasiones puede desprender un olor desagradable debido a su composición química

Foto: Planta de jazmín (Devon Rodvold para Unsplash)
Planta de jazmín (Devon Rodvold para Unsplash)

El mal olor en una planta de jazmín puede sorprender a quienes esperan un aroma floral y agradable, y más al ver el aspecto suave y delicado de sus flores. Aunque su fragancia es ampliamente apreciada en perfumería, algunas variedades de esta planta pueden emitir un olor que recuerda a materiales en descomposición. La clave está en un compuesto químico presente en su esencia que explica esta curiosa contradicción.

El responsable de este fenómeno es una molécula conocida como indol. Este compuesto natural, aunque se encuentra en muchas flores, adquiere un papel protagonista en ciertas especies de jazmín, como el jasminum sambac. A pesar de que el indol en pequeñas dosis aporta profundidad al aroma floral, su concentración elevada puede generar un olor similar al de los cálculos amigdalinos o incluso a heces y podredumbre, lo que explica la percepción desagradable para algunas personas.

Foto: Riega las plantas correctamente ¿Cuál es la mejor hora del día para hacerlo? (iStock)

El componente que transforma su aroma

El creador de contenido especializado en perfumes, (@teddy.haugen) lo resume así en un vídeo de TikTok: “Lo que lo hace especial es que hay un químico llamado indol que huele como las piedras de las amígdalas”. Este efecto se percibe más intensamente en algunas variantes del jazmín. Mientras que el jasminum grandiflorum mantiene un perfil más fresco y menos denso, el jasminum sambac puede resultar más penetrante, con un carácter animal más marcado.

La intensidad del olor también puede variar por la etapa de floración o por factores ambientales, como la temperatura, el riego o el estado de salud de la planta. Si una planta de jazmín se encuentra en condiciones de estrés o ha comenzado a deteriorarse, el aroma del indol puede volverse más evidente. Es por eso que, incluso cuando la floración es abundante, el perfume puede tornarse desagradable si no se controla su entorno.

No todas las personas perciben el jazmín de la misma manera. La sensibilidad al indol varía según el olfato de cada individuo, lo que provoca reacciones encontradas: mientras que para algunos es un aroma embriagador y exótico, para otros resulta francamente molesto. Esta dualidad ha convertido al jazmín en un ingrediente fascinante, pero también complejo, tanto en jardinería como en perfumería.

El mal olor en una planta de jazmín puede sorprender a quienes esperan un aroma floral y agradable, y más al ver el aspecto suave y delicado de sus flores. Aunque su fragancia es ampliamente apreciada en perfumería, algunas variedades de esta planta pueden emitir un olor que recuerda a materiales en descomposición. La clave está en un compuesto químico presente en su esencia que explica esta curiosa contradicción.

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