Cómo hacer florecer la lavanda en casa: el truco que utilizan los jardineros expertos

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Si tienes una planta de lavanda en casa y aún no ha florecido como esperabas, es posible que debas ajustar algunos de los cuidados básicos que esta planta requiere. La lavanda no solo es apreciada por su fragancia y belleza, sino también por sus propiedades medicinales, por lo que lograr que florezca adecuadamente puede ser una recompensa en muchos aspectos. A continuación, te ofrecemos algunos consejos para que puedas conseguirlo.

El primer paso es permitir que la lavanda se aclimate bien al entorno. Es habitual que al adquirir la planta, esta venga en su maceta original, en la que es importante dejarla durante un tiempo antes de trasplantarla. Este período de aclimatación ayuda a que las raíces se fortalezcan y la planta se adapte mejor. Además, asegúrate de elegir un sustrato adecuado para lavanda, preferiblemente uno aireado y con buen drenaje. Las plantas de lavanda necesitan un sustrato que permita que el agua no se quede estancada, ya que no toleran el encharcamiento.

El riego es otro factor esencial para conseguir que la lavanda florezca. Si bien esta planta requiere agua para sobrevivir, no es recomendable regarla en exceso. Lo ideal es realizar riegos ligeros cada 4 o 5 días, y asegurarse de que el agua drene adecuadamente. Un buen truco es colocar un plato debajo de la maceta para que la planta pueda absorber el agua gradualmente, sin que esta quede retenida en la base, lo que podría dañar las raíces y evitar la floración.

Por último, la lavanda necesita una exposición adecuada al sol para crecer y florecer. Si no cuentas con un jardín, no te preocupes, ya que puedes colocarla cerca de una ventana que reciba luz directa, especialmente durante las primeras horas del día. Asegúrate de que la planta reciba suficiente luz para que se mantenga saludable y empiece a dar flores. Con una buena cantidad de sol, riego controlado y un sustrato adecuado, tu lavanda te recompensará con hermosas flores en poco tiempo.