¿Un pato encima del motor de un avión en pleno vuelo? Este ingeniero aeronáutico explica el vídeo viral

¿Un pato viajando sobre el ala de un avión en pleno vuelo? El vídeo que ha arrasado en redes sociales muestra exactamente eso, pero no todo es lo que parece. Sergio Hidalgo, ingeniero aeronáutico y divulgador en YouTube, ha desmontado este fenómeno viral que ha despertado la curiosidad de miles de personas.

“No tengo pruebas, pero tampoco tengo dudas de que es falso”, asegura en su vídeo, que ya acumula miles de reproducciones. La razón, según explica, es sencilla: un avión comercial vuela a unos 800 o 900 km/h, una velocidad que hace inviable que cualquier ave pueda mantenerse quieta sobre una superficie expuesta, y mucho menos "sentada" sobre un motor.

Hidalgo, que se ha convertido en uno de los perfiles de referencia para entender la física detrás de los aviones, pone un ejemplo muy gráfico: “Si al sacar la mano por la ventana del coche a 100 km/h ya se nota la presión, imagina a 900”, apunta. Además, recuerda que la resistencia aerodinámica no crece de forma lineal, sino exponencial, lo que multiplica la fuerza que recibiría un cuerpo sobre una superficie en esas condiciones.

A esto se suma otro argumento incontestable: las aves no vuelan a altitudes tan elevadas como las de un avión comercial, donde la temperatura puede descender muy por debajo de los -50 grados y el oxígeno es escaso. “Es un conjunto de condiciones que hacen que un pato simplemente no esté ahí arriba”, sentencia.

El creador del vídeo viral no ha dado detalles sobre su autenticidad, pero el experto ofrece una hipótesis mucho más creíble: “Lo más probable es que se haya grabado en tierra, con el avión parado o rodando, y luego se haya añadido un fondo falso”. Una técnica de edición que hoy en día está al alcance de cualquiera con un móvil y algo de habilidad digital.

Aunque el clip ha logrado su objetivo de captar la atención, la comunidad de expertos no tiene dudas de que se trata de un montaje, y Sergio Hidalgo ha sabido aprovechar el momento para explicar, con sencillez y sentido del humor, por qué un pato no podría volar como pasajero VIP sobre el motor de un avión.