Las palabras de tu pareja que delatan que quiere cortar contigo, pero no se atreve
Hay frases que, dichas en mitad de una discusión, pueden sonar más graves de lo que parecen. Algunas expresiones habituales esconden señales claras de que algo va mal en la relación
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Una discusión puede pasar de un simple malentendido a una auténtica tormenta emocional en apenas segundos. A veces, lo que se dice en mitad del enfado no es tan inocente como parece. Algunas frases que suenan cotidianas podrían ser, en realidad, señales encubiertas de que tu pareja está considerando romper la relación.
Cuando alguien dice “Estoy harto” o “¡Ya está!” sin aclarar a qué se refiere exactamente, puede generar una gran incertidumbre. ¿Está harto de la conversación, del problema o de ti? Mary Kay Cocharo, terapeuta estadounidense, opina en Your Tango que sería mejor optar por algo como: “Esto se está calentando, vamos a tomarnos un respiro”. Así se evita la ambigüedad que tanto daño puede hacer.
Salir abruptamente de una conversación, con frases como “Me largo” o “Me voy”, puede ser percibido por el otro como una amenaza directa al vínculo. Un estudio publicado en Frontiers in Neuroscience señala que este tipo de expresiones pueden activar una respuesta de miedo en el sistema nervioso de la otra persona. En lugar de eso, decir algo como “Necesito calmarme, vuelvo en un rato para hablar contigo” permite mantener la seguridad emocional en la relación.
Lo más saludable sería reconocer que se está al límite y decir: “Estoy tan enfadado que podría decir cosas que no siento”
La sensación de desborde emocional también suele reflejarse en frases drásticas como “¡No puedo más!”. La autora del artículo recuerda que en terapia se enseña a las parejas a practicar la autorregulación emocional. Parar, respirar y postergar la conversación puede ser una herramienta poderosa para evitar decir cosas que hieran o rompan el vínculo.
Un asunto de madurez emocional
Incluso frases como “Quiero el divorcio”, aunque no se digan en serio o aunque la pareja no esté casada, pueden tener un poder destructivo. Puede parecer un comentario momentáneo, pero su carga emocional es profunda. Según la experta, lo más saludable sería reconocer que se está al límite y decir: “Estoy tan enfadado que podría decir cosas que no siento”. Esta forma de comunicar también requiere madurez emocional.
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La investigación citada en el artículo de YourTango, respaldada por la Asociación Americana de Psicología, explica que estamos “programados para conectar”, pero también para “sobrevivir”. Cuando el lenguaje corporal, el tono o las palabras de tu pareja generan una sensación de amenaza, se activa un mecanismo automático de defensa. Así, el deseo de huir o atacar puede estar diciendo mucho más que las propias palabras.
Hablar de estas frases en un momento de calma y analizar cómo se reciben es un ejercicio útil para cualquier pareja. Si se consigue identificar cuáles son las palabras que suenan como “te voy a dejar” y se sustituyen por otras que inviten al entendimiento, la conexión puede fortalecerse. No se trata de reprimir emociones, sino de aprender a comunicarlas sin dinamitar la relación.
Una discusión puede pasar de un simple malentendido a una auténtica tormenta emocional en apenas segundos. A veces, lo que se dice en mitad del enfado no es tan inocente como parece. Algunas frases que suenan cotidianas podrían ser, en realidad, señales encubiertas de que tu pareja está considerando romper la relación.