¿Sabes por qué tu gato maúlla y parpadea al verte? Una etóloga felina explica el verdadero motivo

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Los maullidos agudos y el parpadeo lento son dos formas de comunicación que los gatos utilizan para interactuar con sus cuidadores humanos, y comprender su significado puede fortalecer el vínculo afectivo. Estas conductas no son aleatorias: responden a estrategias sociales y emocionales que los felinos desarrollan para generar confianza y buscar atención.

El maullido agudo que muchos gatos emiten al ver a sus humanos tiene una función clara: llamar la atención. Tal como explica la etóloga felina (@wildbehav) en una publicación en X, este sonido se asemeja al que los gatitos usan con sus madres. Al replicarlo en la edad adulta con las personas, los gatos muestran que perciben a sus cuidadores como figuras de referencia, reforzando una forma de comunicación exclusiva con los humanos.

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El significado del parpadeo lento

Además del maullido, los gatos a menudo acompañan este gesto con un parpadeo lento, especialmente si notan que su humano les está observando. Este comportamiento no solo transmite tranquilidad, sino que también es una invitación a establecer una interacción positiva. La etóloga ha explicado que los gatos utilizan esta señal comunicativa para favorecer interacciones positivas con otros, incluidos humanos y otros animales.

Esta señal no es unidireccional. Cuando una persona responde con un parpadeo lento, está emitiendo una señal que el gato puede interpretar como amistosa, reforzando así el vínculo afectivo mutuo. Lejos de ser una simple coincidencia, esta forma de mirar constituye una herramienta social clave dentro de la convivencia humano-felina.

Vocalizaciones únicas con los humanos

A diferencia de sus interacciones con otros gatos, en las que predominan otros tipos de vocalizaciones como bufidos o gruñidos, los gatos adultos reservan los maullidos fundamentalmente para comunicarse con las personas. Esta adaptación, fruto de la domesticación, revela un nivel de inteligencia social que muchas veces pasa desapercibido. Comprender estas señales ayuda no solo a interpretar mejor sus necesidades, sino también a estrechar una relación más empática con nuestros compañeros felinos.