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Ni en el frutero ni en la nevera: el mejor lugar de tu casa donde debes dejar los tomates para que no se estropeen
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Ni en el frutero ni en la nevera: el mejor lugar de tu casa donde debes dejar los tomates para que no se estropeen

Ayuda a reducir la pérdida de humedad y a protegerlos de microorganismos que puedan acelerar su deterioro

Foto: Tomates rojos. (iStock)
Tomates rojos. (iStock)

Los tomates son un básico en cualquier cocina, pero su conservación sigue generando debate. El error más común es guardarlos en la nevera o dejarlos en el frutero junto a otras frutas. Sin embargo, los expertos coinciden en que el sitio ideal para mantenerlos frescos está en otro lugar.

Los tomates pertenecen al grupo de los frutos climatéricos, es decir, siguen madurando tras la cosecha. Guardarlos en el frigorífico cuando aún no han alcanzado su punto óptimo puede hacer que nunca desarrollen su verdadero sabor. Además, las bajas temperaturas pueden afectar su textura, volviéndolos harinosos.

Si bien la nevera puede ser una opción en determinadas circunstancias, lo ideal es mantenerlos a temperatura ambiente, en un lugar seco y alejado de la luz directa del sol. De esta forma, se evita que maduren demasiado rápido y se pudran antes de tiempo. Un exceso de calor también puede deteriorarlos con rapidez.

Uno de los trucos más efectivos para alargar su frescura es colocarlos boca abajo, es decir, con el tallo hacia abajo. Esto ayuda a reducir la pérdida de humedad y a protegerlos de microorganismos que puedan acelerar su deterioro. Además, es recomendable separarlos de frutas como el plátano o la manzana, que emiten etileno y aceleran su maduración.

placeholder Un puesto de tomates en el mercado (EFE)
Un puesto de tomates en el mercado (EFE)

En caso de que los tomates ya estén maduros y no vayas a consumirlos de inmediato, la nevera puede ser una solución temporal. Ubicarlos en el cajón de vegetales y sacarlos unas horas antes de usarlos les permitirá recuperar parte de su sabor y textura. Sin embargo, no deben permanecer refrigerados más de tres días.

Para quienes desean disfrutar de tomates frescos el mayor tiempo posible, la clave está en comprar los mejores ejemplares. Escoger aquellos que sean firmes y aromáticos, sin manchas ni golpes, asegurará que su conservación sea óptima. También es importante no lavarlos hasta el momento de su consumo, ya que la humedad puede favorecer la aparición de moho.

Foto: Hombre entrando a un Mercadona (iStock)

Saber dónde guardar los tomates marca la diferencia en su sabor y calidad. Evitar el frigorífico y elegir un rincón seco y aireado garantizará que se conserven en perfectas condiciones durante más tiempo. Un pequeño cambio en la rutina que hará que cada bocado sepa mucho mejor.

Los tomates son un básico en cualquier cocina, pero su conservación sigue generando debate. El error más común es guardarlos en la nevera o dejarlos en el frutero junto a otras frutas. Sin embargo, los expertos coinciden en que el sitio ideal para mantenerlos frescos está en otro lugar.

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